Si la finalidad de los Juegos Centroamericanos y del Caribe era rasgar el sueño bolivariano, se logró.
Lo que anheló el libertador Simón Bolívar era unir la raza hispanoamericana.
El sueño de la integración de Simón Bolívar empieza con el deporte y así se trató de hacer con estos Juegos Panamericanos y del Caribe.
Aquí, como en todo deporte, decía el presidente de Ollanta, Humala Tasso, del Perú, durante la inauguración de los 17 Juegos Bolivarianos que se realizan en aquel país, con la participación de unos 10 mil deportistas de 11 países de la región, no habrá vencedores ni vencidos, sino que se reafirmarán la paz y la unión.
En efecto, estos JCC, como lo puntualizó Héctor Cardona, presidente de la Odecabe, fueron los mejores de la historia.
Y aquí hay que hacer un alto.
Mire usted.
Antes del inicio de los JCC, los agoreros del desastre y la maldad ya daban por malogrados estos juegos.
Que la inseguridad, que la desorganización, que la falta de conclusión de los inmuebles deportivos, que esto, que lo otro y... ¡nada!
Se les cayó su teatro.
Un tapabocas bien plantado.
Ni uno, ni otro.
El balance general, que incluso ponderó el propio ayuntamiento boqueño en voz de su director de Protección Civil, Alfonso García Cardona, fue positivo.
En efecto, la inseguridad quedó opacada.
La remodelación de los inmuebles deportivos, de diez.
Y la organización no tuvo tanto problema.
La derrama económica, de la que hablaría este martes el gobernador, Javier Duarte, en conferencia de prensa en Xalapa, fue reconfortante para una economía veracruzana que necesitaba este tipo de oxígeno.
Ahora lo que queda es saber qué destino tendrán esas excelsas instalaciones.
Qué se le hará a tan rimbombantes edificios deportivos de excelente calidad.
¿Entrenarán ahí amateurs?
¿Dejarán que la plebe llegue con sus baloncitos a cascarear?
Porque, lo cierto es que son instalaciones de primera.
Tan buenas que los propios deportistas y hasta los directivos de la Odecabe no se cansaron de ponderar.
Por lo pronto, habrá que esperar qué se ordena desde arriba para saber el destino que le depara a este complejo deportivo de alto nivel.

Tips... tips... tips…

En el ajetreo de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, por supuesto que no todo fue peyorativo. Por el lado de prensa, hay que decirlo, como acostumbraba mi abuelita, con los pelos de la burra en la mano: la atención y el servicio fue de 10. No, por supuesto que eso no es sorpresa, porque “Beto” Silva supo escoger a los mejores. Cheque usted qué equipazo: desde Verónica Sanjuan, pasando por Susana Herrera Lazarini, hasta llegar a los hermanos Morón –Giovanni y Carlitos–, cuya sinergia fue la correcta para dar el trato que la prensa siempre espera: atención, servicio y sobre todo profesionalismo. Cubanos, venezolanos, puertorriqueños, salvadoreños, panameños, haitianos, todos, todititos, hasta la delegación mexicana, destacaron el buen trato. Bien, amigos... En el ambiente político hay dos suspirantes a la gubernatura que ya han empezado a tentarle el agua a los tamales y, por lo pronto, ya tuvieron el primer agarrón discreto. Figúrese usted que el próximo domingo será de pulsadas, de medición de fuerzas porque pese a que el senador Héctor Yunes trató de convencer a Amadeo Flores Espinosa para que pospusiera la reunión anual de su organización Vía Veracruzana, el ex procurador rechazó la petición. Resulta que el domingo el senador sostiene una reunión masiva, a la par que la que sostendrá el de Cotaxtla en el Club de Leones de este puerto. Raro, si Amadeo siempre hace dicha reunión en Xalapa. Bueno, ahora la hará en este puerto, justo al mismo tiempo que Héctor Yunes hará la suya, también aquí. Pácatelas...
Hasta pronto.

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