UNA DE las principales causas de que el estado de violencia siga siendo un grave problema para las autoridades de los tres niveles, es, sin duda, la falta de empleo, es decir, la posibilidad de que las familias puedan subsistir por sí mismas, estando ocupadas en algún quehacer por el cual sean remuneradas.

Lamentablemente, este ha sido uno de los grandes inconvenientes y podría decirse que también, es uno de los grandes pendientes que tienen los gobiernos de la actualidad que no han logrado aumentar el número de empleos, tanto a nivel municipal, estatal y nacional.

La carencia de recursos económicos, está originando que la mayoría de trabajadores que no tienen manera de ganarse la vida en alguna actividad, tengan que recurrir, casi como la última instancia, a la comisión de delitos de robo, los cuales, ahora van acompañados, también, con cierta violencia para poder despojar de los bienes a aquellas personas que son asaltadas.

El pueblo, como diría Colosio, tiene hambre.

Y esa es una verdad irrefutable, pues en las comunidades, la mayoría de los hombres del campo ya no tienen manera de subsistir y han tenido que emigrar a la ciudad, donde lo primero que pueden hacer es cometer delitos violentos por no tener otra oportunidad de un trabajo honesto.

En la mayoría de los ciudades, como Xalapa, ya se comienzan a sentir los efectos de la formación de grandes cinturones de pobreza, de tal manera, que todos los días escuchamos que se cometen robos, sea de noche o bien de día, porque ahora los delincuentes ya no tienen preferencia por ninguna hora ni circunstancia para poder salir a la calle con la finalidad de asaltar a quien puedan.

Y esa es la verdad de las cosas, porque ninguna autoridad quiere ver de frente este problema y por esa razón no actúan como debieran hacerlo, pues es más cómodo esperar que el tiempo pase y que sus respectivos periodos de gobierno, concluyan, dejando que los que vienen tengan y puedan darle solución a lo que ya está sucediendo todos los días y a todas horas.

Ya no hay gobiernos del empleo, porque ninguno de los que ofreció crear miles de empleos para los mexicanos, sencillamente, no cumplió.

Y es que en todos lados sucede lo mismo, pues en Veracruz, está claro que las condiciones económicas serán un gran obstáculo para poder crear empleos suficientes y bien remunerados, en virtud de que la misma inseguridad ha alejado a los empresarios, aquellos que se instalan en algún lugar de la entidad, y generan bienestar a través de los empleos, además de que el propio gobierno, no ha terminado de pagar las deudas institucionales, a las empresas y negocios que prestaron servicios al gobierno del Estado. Con dichos recursos si los pudieran recibir cuanto antes, servirían para seguir trabajando y ampliando sus negocios, de tal manera que con ello se podrían crear nuevos empleos.

La misma administración estatal, ha admitido recientemente, que no podrá crear empleos en este tiempo de gobierno, refiriéndonos, sin duda, a los dos años que se tienen que cumplir constitucionalmente.

A la fecha, en la primera cuarta parte de este gobierno, no se ha logrado, ni siquiera restablecer el orden económico, así como disminuir los efectos de la inseguridad, por lo que más se puede percibir que en lo que falta de gobierno, no habrá más empleos, es decir, no se podrán crear nuevos espacios para trabajadores y ni tampoco, se podrán recuperar los que se han perdido.

Hay que tener en cuenta que en la presente administración, se llegó con la espada desenvainada, para correr a todo mundo de donde ya se encontraba trabajando, algunos de ellos, hasta con varios años de cumplir con su responsabilidad, pero aún así, fueron desechados, llegando, al parecer, a una cifra aproximada a los diez mil trabajadores que tuvieron que dejar su trabajo, en principio, porque la justificación oficial fue que no había dinero para seguirlos sosteniendo.

Es una grave situación en todo el país, pero de manera especial en la entidad veracruzana, donde la mayoría de veracruzanos, están pagando muy caros los errores de sus pasados administradores, sin que hubieran tenido culpa alguna.

Veracruz, como otros estados de la república, ahora tiene hambre.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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