Adán Cabral Sanguino

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¿Que es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía… eres tú, afirma Gustavo Adolfo Bécquer en la Rima XXI. Y es que este género literario, practicado a lo largo de la historia en todas las culturas y en todos los continentes, habla de nuestra humanidad común y de nuestros valores compartidos, transformando el poema más simple en un poderoso catalizador del diálogo y la paz. Es el alma de los pueblos de la que habló Octavio Paz.

La UNESCO proclamó el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía durante su 30ª Conferencia General en París en 1999, a propuesta del editor Antonio Pastor Bustamante, con el objetivo de apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y fomentar la visibilización de aquellas lenguas que se encuentran en peligro. Además, se busca promover la enseñanza de la poesía; fomentar la tradición oral de los recitales de poéticos; apoyar a las pequeñas editoriales; crear una imagen atractiva de la poesía en los medios de comunicación para que no se considere una forma anticuada de arte, sino una vía de expresión y restablecer el diálogo entre la poesía y otras manifestaciones artísticas, como el teatro, la danza, la música y la pintura.

En principio se manejó la fecha del 23 de abril, pero dado que ya se celebraba en esa fecha el Día Mundial del Libro, se apostó por el 21 de marzo que coincide con el equinoccio de primavera en el hemisferio Septentrional. En Europa el evento es llamado Primavera de los Poetas y en Colombia la Común Presencia de los Poetas, por ser instituido por la Fundación que lleva el mismo nombre.

¿Qué es la poesía?

Hay tantas definiciones, según la perspectiva desde la que se aborde. En términos generales, es un género literario que se caracteriza por manifestar, a través de la palabra, los sentimientos, emociones y reflexiones que puede expresar el ser humano en torno a diversos temas. Proviene del latín po?sis, que a su vez procede del griego πο?ησις (poíesis), que significa ‘hacer’, ‘materializar’.

Puede estar escrita en verso de rigurosa métrica. Sin embargo, la poesía moderna se caracteriza por el predominio del verso libre, con el cual, el autor tiene libertad total para disponer y organizar los versos en el texto, y buscar su propio ritmo, sin ataduras de rimas o métricas. Entre las principales características de la poesía, destaca el uso de elementos de valor simbólico y de imágenes literarias como la metáfora, que necesitan de una actitud activa por parte de quien lee los poemas para poder decodificar el mensaje (Pérez Porto, 2008). En tanto, Helena Beristáin (2018), considera que el poema es un texto muy elaborado, ya que los significados resultan originales, pues provienen de la capacidad del poeta para establecer audaces y novedosas asociaciones entre aspectos de la realidad que no suelen comúnmente ser vinculados.

Celebremos leyendo

Como la mejor manera de rendir homenaje a los poetas es leyéndolos, comparto con ustedes una aproximación desde mi experiencia personal como lector, la cual me ha permitido disfrutar el canto del Cenzontle de Nezahualcóyotl; la excelsitud de los versos de Sor Juana Inés de la Cruz; la universalidad de Alfonso Reyes; el “Canto a mí mismo” de Walt Whitman, himno al ser humano; la búsqueda de la paz en el retiro en Fray Luis de León; el amor y la nostalgia de Pablo Neruda; la melancolía de Amado Nervo; la idealización del amor en Gustavo Adolfo Bécquer; el dolor en los heraldos negros de César Vallejo; Alfonsina Storni, la poeta que se perdió en el mar; la grandeza de México en la “Suave Patria” de Ramón López Velarde; Gabriela Mistral, la única mujer sudamericana en ser premiada con el Nobel hasta el día de hoy; la memorable táctica y estrategia de Mario Benedetti; la magia del cuervo en Edgar Allan Poe; la intelectualidad y eterna exploración del lenguaje en la poesía de Octavio Paz, nuestro Premio Nobel; Rosario Castellanos, la poeta que dio voz a las mujeres; el misticismo y profundidad filosófica de “Muerte sin fin” de José Gorostiza; el estilo versátil y los haikús de José Juan Tablada –tan estudiados por Esther Hernández Palacios-; los tigres de Eduardo Lizalde; la magia y el erotismo en los versos de Estrella Del Valle; la transgresión de Adriana Tafoya; la melancolía de Constantino Cavafis; la irreverencia de Charles Bukowski… En fin. Hay tanta poesía que leer y tan poca vida para enriquecer nuestras almas con la lírica universal.

Brindo por los poetas y les deseo mucha luz, para que sigan iluminando nuestras vidas con sus versos.