Luego del ataque al bar Madame, que dejó como saldo cinco personas muertas y 11 heridas, hasta este martes, la comunidad lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero e intersexual (LGBTTI) se defendió y a través de redes sociales lanzó la campaña #‎YosoyMadame para desmentir que en ese inmueble se permitiera la entrada a menores de edad y hubiera alguna disputa por la venta de droga, como ha afirmado la Fiscalía General del estado.
En una carta abierta, los dueños del bar señalaron: “Ahora nosotros pedimos justicia, no queremos un carpetazo, no queremos seguir llorando más a nuestros muertos, no queremos seguir con miedo, no queremos se deslinden de culpas ni nos culpen a nosotros por la inseguridad que se vive, no queremos cargar con más muertes impunes en este estado, no con nuestra gente, no con nuestros colores, no con nuestra bandera, pedimos a todos nuestros clientes, amigos, conocidos y gente que entiende de lo que hablamos, nos apoye en este momento a pedir justicia ¡Ya basta! ¿Cuántas muertes más para que otras personas estén libres haciendo daño a las personas?”.
Los responsables del establecimiento postearon más de 40 fotografías del momento dentro del bar, y aseguraron que durante siete años lo construyeron con un trabajo limpio, desvelos y sudor.
“Madame era un espacio libre y sin discriminación, para divertirse, bailar, disfrutar de buena música, distraerse y convivir con los amigos; expresar amor a su pareja sin importar géneros; donde no te sacarían por besar o tomar de la mano a esa persona que amas o simple y sencillamente por tu aspecto, como en muchos otros sí lo hacen. Donde podían bailar sin temor alguno a ser señalados”, indica la carta.
En el bar, según señalan, no los atendía "un mesero", sino Martín, que es un padre de familia; Carmen, quien también es madre de familia, “Lalo”, “Cherry”, Homar, Roxana, Nonoi Boloni, y la dueña siempre estaba en la barra atendiendo de inicio a fin, es una mujer incansable y luchadora que con base en el trabajo limpio, levantó este lugar y así 25 de nuestros colaboradores.
Madame era un club para la comunidad, donde afirmaron que no entraban narcotraficantes, asesinos, no se vendían drogas ni se permitía el ingreso de menores.
También relataron que tenían personal de seguridad en la entrada, mismo que pedía identificación, revisaba a las personas y pertenencias, y que siempre cumplieron con los permisos y las normas de los reglamentos municipales y de salud: “Fuimos supervisados y se realizaron incontables operativos cada semana de jueves a domingo, pagamos impuestos, no éramos un lugar clandestino”.