Amolián Elvéin


Un hombre joven que trabajaba en un molino de tortillas fue ejecutado de un certero disparo en la cabeza la mañana de ayer, en esta ciudad, por dos criminales que iban a bordo de una motocicleta.
Jesús Arámbula Ochoa, quien era originario de Guadalajara, Jalisco, vivía en la ex vía del Huatusquito, y se encontraba trabajando, como cada mañana, en su local, ubicado en la avenida 1, entre las calles 11 y 12.
De pronto, y sin mayor aviso, uno de los sujetos que llegaron en una moto le apuntó con un arma al rostro y la descargó.
El tortillero cayó fulminado boca abajo, detrás de la vitrina y junto al molino.
El sonido de la detonación alarmó a los vecinos, quienes se acercaron al lugar de donde provino el disparo y alcanzaron a ver a las dos personas que escapaban en la moto.
En el piso, dentro del molino, vieron escurrir líquido rojo, y al ir a cerciorarse, vieron a Jesús tirado en el suelo sobre un charco de sangre que iba creciendo.
Uno de los vecinos llamó a emergencias para pedir el apoyo de la policía y la asistencia de la Cruz Roja, cuyos elementos tardaron un poco en hacer acto de presencia, estos últimos en la ambulancia 201.
Ya con los paramédicos en el lugar se pudo constatar que el agraviado murió de inmediato, pues el impacto le provocó explosión de masa encefálica.
El morbo atrajo a muchos curiosos, por lo que autoridades del Ministerio Público se vieron en la necesidad de acordonar el área para comenzar con la investigación pertinente.
El cuerpo fue levantado y llevado al Semefo al medio día, y por la tarde su esposa acudió a identificarlo y reclamarlo para darle sepultura.

Antecedentes

Los vecinos del lugar afirman que en ese mismo establecimiento, hace cerca de cinco años, también asesinaron a un ama de casa y a su hija.
Era en ese entonces una tienda de abarrotes y fue por un asalto que salió mal.