Con tres balazos calibre 9 milímetros en la cabeza y en medio de un charco de sangre, murió el taxista Isidro López Alvarado, de 35 años de edad, cuyo cuerpo apareció este miércoles tirado en medio de la carretera del ejido El Jagüey, en Minatitlán, y su unidad orillada a unos cinco metros.

Lo anterior habría ocurrido alrededor de las 11:00 horas de este miércoles, tras lo cual en el sitio se presentaron elementos de la Policía Estatal, quienes cerraron la carretera al paso de personas y automóviles, esperando a que llegaran las autoridades ministeriales a levantar las diligencias de ley.

Después arribaron elementos de la Policía Naval, quienes apoyaron en el resguardo del área donde se hallaba tendido el cuerpo del infortunado taxista, el cual quedó boca arriba, con el brazo derecho sobre el rostro, el brazo izquierdo extendido y sujetando en la mano un teléfono celular.

Los vecinos de ese sitio escasamente poblado, quizás por miedo dijeron no haber escuchado ninguna detonación de arma de fuego, lo que daría lugar a pensar que la víctima fue ejecutada en otro punto de la ciudad y luego abandonada en ese camino de El Jagüey, en un tramo de terracería, sin embargo en el lugar los policiacos encontraron casquillos de bala.

Además, en la orilla de la carretera fue hallado el taxi Ford tipo Ikon, con número económico 2863 y sin placas de circulación.

Al llegar personal del Departamento de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia y el agente del Ministerio Público, Agustín González Sánchez, se señalaron alrededor de cinco indicios, entre ellos algún casquillo que determinaron inmediatamente que se trataba del calibre 9 milímetros.