Doce civiles, incluyendo dos adolescentes, fueron ejecutados después de haberse rendido ante soldados el 30 de junio en Tlatlaya, Estado de México, confirmó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

En tanto otros tres civiles presumiblemente también fueron ejecutados, pero la Comisión indicó que no pudo determinar la condición en que murieron.

En conferencia de prensa, el presidente de la CNDH, Raúl Plascencia Villanueva, presentó la recomendación del caso Tlatlaya que desmiente la versión oficial de que 22 civiles armados fallecieron en un enfrentamiento con soldados.

"(En Tlatlaya) 22 personas, incluyendo dos adolescentes de 17 años, fueron privados de la vida, siendo el caso que cuatro fueron heridos presumiblemente en medio del intercambio de disparos en un contexto de fuego cruzado; 12 personas fueron presumiblemente privadas de la vida arbitrariamente por personal militar sin estar heridos, incluidos dos adolescentes y, respecto de otras tres víctimas, no se pudo determinar la condición en que fueron privadas de la vida en virtud de que los cuerpos fueron manipulados, lo que hace presumir también que fueron privadas arbitrariamente de la vida", explicó.

Después de un presunto enfrentamiento de aproximadamente 10 minutos entre civiles armados y ocho militares, en que uno resultó herido; posteriormente, los civiles se rindieron, y los soldados ingresaron a la bodega, donde asesinaron a quienes seguían con vida.

En sus investigaciones de campo, la CNDH descubrió 22 cadáveres con heridas producidas con arma de fuego encontrándose la boca del cañón a más de 60 centímetros; un cadáver con signos de desnucamiento, y siete cadáveres privados arbitrariamente de la vida estando desarmados y sin ofrecer resistencia.

Además, cuatro presentaron golpes fuertes con un objeto firme y bordes rombos, que les fueron propinados antes de ser asesinados.

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La CNDH descubrió 22 cadáveres con heridas producidas con arma de fuego, encontrándose la boca del cañón a más de 60 centímetros.