Evidentemente el PRD veracruzano enfrenta lo que para ellos corresponde a un proceso histórico en la entidad.
Los perredistas, acostumbrados a ser oposición, hoy en día forman parte del proceso del cambio democrático y junto con el Partido Acción Nacional para bien o para mal, están haciendo gobierno. De dos años, pero gobierno.
Los del “Sol Azteca” no deben ni pueden confiarse; ya que lamentablemente su proyecto de 8 años con el grupo de los Yunes pende de un hilo.
Le explico.
De primera cuenta, el Partido de la Revolución Democrática se encuentra sujeto a las decisiones de su dirigencia nacional. Sus encumbrados líderes muy probablemente ejecuten una mega alianza de izquierda con MORENA en el 2018, encontrándose los amarrillos jarochos en un tiempo muy cercano con la disyuntiva de ser nuevamente antagónicos al grupo en el poder.
Con esto, el PRD de Veracruz deberá de tener en cuenta con quienes existen los acuerdos y los planes de continuar ahora sí, ejerciendo los planes del siguiente sexenio, ya en una incuestionable simbiosis tanto los azules y los amarrillos se necesitan entre ellos para consolidar sus intenciones el siguiente proceso sucesorio.
Yunes Linares sin el voto duro amarillo, no hubiera ganado la pasada elección.
La mera verdad.
Incluso, sabedores de lo anterior los de Boca del Río calladamente recorren todo el territorio jarocho construyendo nuevos cuadros políticos bajo la tutela de Arturo Hernández Abascal, actor político que les da forma a los comités municipales de la asociación civil “Sumado Aliados” además de que el mismo gobernador teje alianzas y acuerdos con miras a lo que puede venir.
Pero lo anterior es mera suposición.
Estamos a meses de distancia.
Sin embargo, en estas elecciones locales, los del color amarillo deben de reencontrarse con las bases optando por aspirantes que signifiquen importantísimos triunfos en poblaciones claves, y no conformarse como antes a las victorias “chiquitas”.
En segunda cuenta, este partido debe de dejar atrás sus vicios ocultos, así como todo el cochinero que representaba la designación de sus candidatos y optar por aspirantes que den batalla el 4 junio, tal y como pasó en el municipio de Minatitlán, Ángel R. Cabada, Santiago Tuxtla o Acayucan, o donde seguramente pasará en Cosoleacaque, San Andrés Tuxtla o Nanchital.
Y es que particularmente en las poblaciones que faltan por decidirse, existen suspirantes fuertemente posicionados pero que por una u otra situación “les quieren hacer su chamba”.
Es cierto, ya sean amarillos o azules, donde define el PRD se debe de ponderar la militancia, pero sobre todo que eliminar las dudas que sus candidatos de ganar no traicionen a este partido, fenómeno que ha ocurrido ya en el pasado.
En fin, los líderes del “Sol Azteca” ya sean Jesús Alberto Velázquez Flores, Yazmín Copete, Rogelio Franco Castán, Arturo Herviz Reyes, Sergio Rodríguez, Aníbal Payán, entre otros más, deben de buscar un mayor fortalecimiento en esta elección intermedia o de lo contrario volver a ser presas de su propio pasado.
Esperemos a ver qué pasa.


CASO SERGIO RODRÍGUEZ


Por cierto, hablando de integrantes del PRD, fue el diputado Sergio Rodríguez Cortés quién sin rodeos explicó el tema sobre una supuesta orden de aprehensión en su contra, señalando que él es el más interesado en que la Fiscalía ejecute las investigaciones correspondientes.
Rodríguez Cortés acentuó que esta denuncia tiene “tintes políticos” ya que se realizó en los momentos en los que se construía la alianza con el Acción Nacional y que no existe orden de detención, ya que después de que le quisieron fabricar el delito de robo, se comprobó que el auto estaba a su nombre por lo que no ha procedido dicha acusación.
No cabe la menor duda que las “chicanadas” duartistas continúan haciendo daño.

@IvanKalderon
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