De acuerdo al Código Electoral del Estado de Veracruz el día 5 de febrero es la fecha límite para el registro de las coaliciones para efectos del Proceso Electoral Local 2017, al parecer habrá dos grandes alianzas la del PAN-PRD que ya está definida y la del PRI-PVEM que se cocina con amplias ventajas para el Verde que asume una posición más limpia que su asociado y que otros partidos incluidos el PAN y el PRD, además de que se coloca como el grande de los pequeños PANAL, AVE, MC, PC, PES y PT que en la última elección no alcanzaron el 3 por ciento de los votantes que asistieron a las urnas.
Desde noviembre pasado el PAN refrendó su alianza con el PRD aunque panistas y perredistas no lo aceptan del todo sobretodo porque en el gobierno del estado los del Sol Azteca señalan que no les dieron los espacios suficientes y los del PAN se duelen de que los otros ocupan cargos que no les corresponden, por lo tanto se registra una lucha intestina pero silenciosa. Patadas debajo de la mesa con el afán de congraciarse con el gobernador que mantiene la posición de jerarca totalitario.
Las reglas electorales contemplan los conceptos de alianza total, alianza parcial y alianza flexible entre dos o más partidos políticos de los que pueden participar con candidatos en la elección local del próximo 4 de junio, incluso los partidos que perdieron su registro, porque aunque no tendrán acceso a prerrogativas públicas, sí podrán postular planillas para los ayuntamientos desde sus registros nacionales en el caso del Movimiento Ciudadano, Partido Encuentro Social, Partido del Trabajo y Nueva Alianza, no así los extintos Alternativa Veracruzana y Partido Cardenista.
El PAN y PRD prevén ocupar este fin de semana para acordar la repartición de las candidatura, la traba será que los perredistas quieren uno a uno es decir, la mitad de los presidentes municipales y de los síndicos en el 50 por ciento que le toca postular al PAN. Esa condición del PRD someterá a la sociedad a un clima álgido que será difícil superar por la intolerancia que caracteriza a ambos partidos.
En la acera de enfrente el Partido Verde ejerce su privilegiada posición de tener la conciencia más limpia que el PRI ante la sociedad y no admite la propuesta de una alianza total, a cambio negocia una alianza parcial o flexible para colocar al mayor número de candidatos propios en municipios donde tiene estructura y suficiente presencia para disputar con éxito las presidencias municipales.
Más todavía, la alianza PRI-PVEM puede ampliarse por lo menos a cinco integrantes porque busca rescatar las franquicias de los partidos pequeños y revivir a los que murieron con menos del 3 por ciento de las preferencias y engrosar su número de aliados para no dejar ir las comunidades de orfandad política.
El espíritu de la elección de alcaldes es sin duda alguna, la siguiente elección en la que se disputarán desde la Presidencia de la República, Senado, diputados federales, locales y el gobierno de Veracruz.
LODO PARA FIDEL
La guerra legal y mediática desatada por el gobierno de Miguel Angel Yunes Linares hacia su eterno enemigo, el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán alcanzan niveles de desesperación que al final rayan en la chunga. Ayer se difundió una supuesta agenda del ex cónsul para el próximo sábado, los grupos de reporteros en el whats app de inmediato lo desmintieron.
Más tarde, los duartistas aprovecharon para desahogarse y a través del mal uso de la franquicia de Quadratín difundieron una nota en la que Fidel Herrera Beltrán competirá por la alcaldía de Veracruz con el respaldo del PRI y el PVEM, la información no cita la fuente pero los interesados se apresuraron a difundirlo en las redes sociales con el único objetivo de satanizar al exgobernador.
La información por sí sola se desmiente, es evidente que la experiencia de Herrera Beltrán no le aconsejaría jamás una estrategia de esa naturaleza.
El juego de ajedrez de Fidel Herrera va contra la rudeza del actual gobernador, seguramente se registrarán en los próximos días jugadas maestras y de alto nivel de interpretación entre la arena política-legal-mediática que se estableció como campo de batalla.
El riesgo para los veracruzanos es que el gobierno se entretenga lo suficiente en su encono hacia los ex gobernadores que se olvide de que sólo cuenta con 22 meses de gobierno para “rescatar Veracruz” como lo vociferó en su campaña.
Como espectadores, el show se antoja hasta divertido, pero la observación de un episodio más del conflicto entre dos políticos en nada abonará a un clima de armonía y crecimiento económico de Veracruz.

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