Ah, sí me besaras con los besos de tu boca…¡grato en verdad es tu amor, más que el vino! Cantares 1:2
Cerramos esta trilogía sobre el rey Salomón con un tema que es preponderante en todos los tiempos: el amor entre una mujer y un hombre.
Muchos piensan, erróneamente, que la Biblia es un libro que solo habla de cuestiones muy elevadas, solemnes digamos, incluso llegan a suponer que son textos puritanos, pero nada más falso.
Justamente, uno de los aspectos del arrepentimiento del rey Salomón por su conducta lujuriosa, que lo llevó a tener muchas mujeres (setecientas reinas y trescientas concubinas nos relatan los textos bíblicos), consistió en escribir tres de los libros de las Sagradas Escrituras, en los cuales expuso sus aprendizajes: Eclesiastés, Proverbios y el Cantar de los Cantares, de este último queremos hacer una reflexión.
En términos generales, el libro referido es un gran poema de amor y narra la relación entre un joven pastor y una sulamita (originaria de Sulem), situación que no está exenta de desencuentros, como todos los amores apasionados.
La obra es una oda esplendorosa que describe con gran belleza literaria la ternura que sienten los dos enamorados, así pues, nos puede remitir a Romeo y Julieta de Shakespeare (desde luego, cada cual en su género literario), a un poema del amoroso Jaime Sabines (por la belleza y perpetuidad de la unión), a la ópera Carmen de Bizet (por la intensidad de los amantes) o bien, a un bolero del maestro Armando Manzanero (por la miel que destilan), eso nos indica, como ya lo he señalado en múltiples ocasiones, que la Biblia toca todos los temas, es el libro de libros, sin la menor duda, las pruebas están a la vista de todos.
Otro de los aspectos destacados del Cantar de los Cantares, es la utilización de los elementos de la naturaleza para chulear al ser amado, en sí mismo, es un reflejo en el sentido de que los dictados del Señor reconocen la importancia del medio ambiente en el desarrollo de la humanidad, al exaltarlo, se admite su importancia.
En fin, no hay como leer la fuente directa para comprender lo que les quiero expresar. Antes de pasar a un segmento de las alegorías del rey Salomón, quiero aprovechar para desearles que tengan un venturoso 2017, recuerden, estudien la Biblia y sean respetuosos de las ordenanzas de Jehová, les garantizo que bajo estos preceptos serán más felices. Chequen esto, Cantares 2:8-14
La amada: “¡La voz de mi amado! ¡Mírenlo, aquí viene!, saltando por las colinas, brincando por las montañas. Mi amado es como un venado; se parece a un cervatillo. ¡Mírenlo, de pie tras nuestro muro, espiando por las ventanas, atisbando por las celosías! Mi amado me habló y me dijo: «¡Levántate, amada mía; ven conmigo, mujer hermosa!¡Mira, el invierno se ha ido, y con él han cesado y se han ido las lluvias! Ya brotan flores en los campos; ¡el tiempo de la canción ha llegado! Ya se escucha por toda nuestra tierra el arrullo de las tórtolas. La higuera ofrece ya sus primeros frutos, y las viñas en ciernes esparcen su fragancia. ¡Levántate, amada mía; ven conmigo, mujer hermosa!»
El amado: “Paloma mía, que te escondes en las grietas de las rocas, en las hendiduras de las montañas, muéstrame tu rostro, déjame oír tu voz; pues tu voz es placentera y hermoso tu semblante”.


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