Es indudable que en el gobierno federal están más que puestas las pilas en torno a los grandes retos que se le avecinan al presidente Enrique Peña Nieto, primero desde la transición que se avecina en este su quinto año el poder; luego la economía, siempre de resultados tan veleidosos entre lo que se cree, se propone y lo que ocurre; y ya entrados anticorrupción y seguridad.
Peña Nieto prepara el terreno de la sucesión, así lo dejó en claro ante los nuevos consejeros políticos de su partido el PRI, la semana anterior, en donde habló del programa y luego de la posible candidatura. Han de estar sopesando además las posibles alianzas con los partidos de derecha y otros satélites como efectivas medidas para contrarrestar a Andrés López Obrador de Morena.
El prestigioso columnista de Excélsior Gerardo Galarza en su espléndido texto de este domingo 4 intitulado No habrá más, expone: “Y sí, no hay ni habrá más. El PRI tendrá que optar entre Miguel Ángel Osorio Chong y, sorprendentemente, José Narro Robles y José Antonio Meade (quien dice no militar en ningún partido); el PAN, entre Margarita Zavala o Ricardo Anaya y pare usted de contar. Morena tendrá como candidato a Andrés Manuel López Obrador. De entre ellos (salvo grandísima e inimaginable sorpresa) saldrá el nuevo Presidente de México, a menos que queramos hacernos tontos”.
Hay mucha razón en el planteamiento, aun cuando asoman en él la lejanía de esas elecciones presidenciales otros posibles nombres, entre ellos el gobernador panista de Chihuahua, Javier Corral; el priista Manlio Fabio Beltrones, de quien no se sabe qué papel jugará, posible independiente; el universitario Juan Ramón de la Fuente (que podría conciliar alianza PAN y PRD); y Jorge Castañeda, que en eso de medios y de redes se las sabe de todas todas. Estos por el momento, éstos también independientes.
En cuanto a la economía andan más que movidos en el gobierno –incluidos los muy ventajosos gobernadores- pues de que hay ventarrones en escalada más intensa ni quien lo niegue, prueba de ello es la salida del gobernador del Banco de México, Agustín Carstens en el primer semestre de 2017, que trae a todos de cabeza por las posibles desavenencias de política económica que hay en el gabinete (entre ellos Luis Videgaray) y el mismo Meade.
Las perspectivas para enfrentar el desajuste actual es voltear a fortalecer con urgencia el mercado interno, el sector agropecuario e industrialización e infraestructura como generadores de empleo y la más relevante: la diversificación urgente de mercados hacia América Latina, Asia, Europa y África.
Del asunto agropecuario habrá que seguir el ejemplo de Brasil, quien ha salvado su frágil línea económica gracias a sus exportaciones de alimentos a China, el mayor mercado del mundo.
Ante las acometidas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, contra México, que como el lobo viene, ya China lanzó guiños a México de plataforma hacia el mercado asiático, no hay que pensarle mucho y actuar en esta dirección, ya.
Quedan como siempre los temas de anticorrupción, alto a la impunidad y a garantizar el derecho de la ciudadanía, más que en serio, de seguridad, pues son las demandas más sentidas y que incluso ya le cuestan al PRI su permanencia en el poder.
Atraque 1: Veracruz requiere con urgencia la friolera de 20 mil millones de pesos a plazo inmediato si el gobierno federal no quiere mayores desequilibrios de los que ya se viven en este importante estado de la República.
Atraque 2: El gobernador Miguel Ángel Yunes va con todo contra la estela de corrupción dejada por su antecesor en el gobierno de Veracruz. Vaya paquete que enfrenta en materias financiera, seguridad pública, empleo, salud, educación, alimentación, cultura. Hay más pendientes de impostergable atención, entre ellos el crecimiento descontrolado de las 11 ciudades medias que hay en el territorio y otras que más pequeñas que andan en las mismas y los severos problemas de contaminación de cuerpos de agua, domésticos e industriales, que, hasta ahora, han sido negocio descarado de funcionarios.
Atraque 3: en el plano político Yunes orienta su talento a hacer una administración eficiente y preparar el terreno hacia el 2018, con el candidato que resulte de los compromisos que están en la antesala.

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