05 de Mayo de 2024
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Gracias a Dios, ¡fuera Fidel Castro!
“¿Cómo definir a un comunista?: bueno, es alguien que lee a Marx y a Lenin, y ¿cómo definir a un anticomunista?: es alguien que entiende a Marx y a Lenin.” Ronald Reagan
2016-12-03 - 14:35
Critiqué en su momento a los izquierdistas y a los políticamente correctos que en su momento celebraron la muerte del general Augusto Pinochet. Esto, porque resulta absurdo congratularse porque muere un hombre a los 90 años de edad (Pinochet a los 91, Castro a los 90, para el caso es lo mismo), tranquilo, en su casa, rodeado de su gente. Y así se fueron los dos, uno de derecha y el otro de extrema izquierda.
Y aunque me muero de ganas de saltar y gritar de júbilo por la desaparición física del infame dictador cubano, debo ser congruente. Si critiqué a quienes se congratularon por la muerte del general chileno que salvó a su país del comunismo marxista de Salvador Allende Gossens, también resultaría una necedad festejar la muerte de un hombre de 90 años que – repito – murió tranquilamente en su cama en la isla de José Martí.
Sin embargo sí festejo y saludo la posibilidad de que la partida al infierno del “comandante” (si es que no se arrepintió y pidió perdón en sus últimos instantes), pueda significar también el término de todo lo que él representa.
Para empezar mantuvo a los cubanos que no alcanzaron a huir y refugiarse en otro país en un estado de miseria y represión, práctica condición de esclavitud, porque anuló dos de los derechos fundamentales del ser humano: el derecho a poseer o poder llegar a poseer propiedad privada tanto de casas habitación como de los medios de producción, y el de vivir bajo un sistema económico de libertad, de libre empresa. ¿Que “¡igualdad!”?, cacarean sus liliputienses mentales simpatizantes. Sí; los igualó a todos en la miseria (menos él mismo y su familia por supuesto).
Que “¡cero analfabetismo!”. Habría que ver qué tan positivo puede ser el alfabetizar al pueblo con la infusión de adoctrinamiento – que no educación – marxista-leninista. Y este es otro asunto importante, el de la “educación”. Reitero, lo que se imparte en las escuelas cubanas es vulgar adoctrinamiento comunista con su obligado ateísmo rampante, sin que los padres tengan otra opción para verdadera educación de sus hijos (cuidado que en México tenemos una “educación” igual de parte de “maestros” de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación [CNTE] y “mentores” surgidos de las infames normales rurales que infunden a niños y jóvenes el odio de clases (“lucha de clases”), el odio a la religión y a Dios mismo y todo lo que implica la aberrante visión marxista-leninista de la vida y de la historia).
Lo que es realmente increíble, es que en México haya un buen número de personas que quisieran vernos bajo la misma represión y miseria en que se encuentran los cubanos bajo la dictadura de los Castro.
A esos inteligentísimos no les importa que decenas de miles hayan tenido que arriesgar sus vidas (y aún lo siguen haciendo) y muchos de ellos han muerto, lanzándose en balsas endebles para escapar del “paraíso” comunista de Fidel y Raúl. Que dicho sea de paso, es característica de todas las dictaduras de izquierda, sólo recordar la infausta y gracias a Dios extinta Alemania oriental en la que murieron miles, y otros tantos lograron escapar atravesando el tristemente célebre muro de Berlín en medio de los balazos de agentes alemanes del este. Y por acá el “muro” es de agua, pero igual.
Nunca he escuchado que los ciudadanos intenten salir así de Japón, de Inglaterra, de Estados Unidos, de Francia… Digo, porque son representantes del “malvado” capitalismo que los izquierdistas tanto atacan. ¿Se han fijado que los pobres del mundo, cuando emigran, siempre buscan llegar a países capitalistas y nunca al “Edén” de las naciones con régimen comunista? ¿Por qué será, no se preguntan mis estimados izquierdistas?
Se entiende que países impidan la entrada a personas sin permiso y sin papeles. Pero meditándolo un poco, ¿alguien se ha puesto a pensar en la aberración que constituye que el gobierno de un país impida salir a la gente? ¡Y eso, en toda la historia, sólo ocurre en los países comunistas! Ni los gobiernos militares de derecha que se dieron en Sudamérica impidieron irse de esos países a los ciudadanos si así lo deseaban; por el contrario, entre más opositores se fueran, mejor. Los dictadores de Corea del Norte, Cuba, Vietnam, saben que si dejan a las personas emigrar libremente, esas naciones se vacían.
Los Castro han logrado que la mayor aspiración de los jóvenes cubanos sea el poder abandonar la isla definitivamente algún día.
En México los izquierdistas se regodean con su Jornada, su Proceso y demás publicaciones opositoras al gobierno de nuestro país. Se manifiestan, gritan consignas y hasta groserías, las expresan en carteles y pancartas contra el presidente Peña Nieto, etcétera, en un sistema de gobierno que, con todos sus defectos, les da libertad para hacerlo.
¿No se dan cuenta, no les entra en la cabeza que los cubanos NO tienen ese mismo derecho? ¿Que en Cuba la prensa escrita, radio y televisión son totalmente controlados por el régimen comunista? ¿Que cualquier disensión verbal o escrita es castigada con represalias económicas y sociales, con cárcel y hasta con desaparición forzada?
Reitero, como cristiano no me congratulo por la muerte de un hombre, de Fidel Alejandro Castro Ruz, pero sí por la muerte del tirano y por la posibilidad de que su desaparición pudiese ser también el fin de todo lo que él representa: sufrimiento, indignidad, cautiverio, opresión, extrema pobreza en que tuvo y tiene (por medio de su hermano Raúl) al hermano pueblo de Cuba.
Y hasta el próximo sábado, si Dios lo permite.

raulgm42@hotmail.com

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