SIN DUDA ALGUNA, la Conferencia Nacional de Gobernadores, ya debiera hacer algo por Veracruz.

De algo tiene que servir esta organización política que aglutina a los estados de la República, para, supuestamente, defender los intereses de cada entidad, tal y como fu el objetivo principal desde su nacimiento.

Es hora, pues de que mueva su poder y su influencia ante el gobierno federal, para que la entidad veracruzana, como otros estados de la república, que se encuentran padeciendo serios problemas financieros, de inseguridad y de grandes necesidades sociales, tengan el apoyo federal.

Hasta ahora, son reuniones que se llevan a cabo, como cualquier sindicato de trabajadores, pero no buscan, al parecer, algo consistente en bien de los estados, pero sobre todo, de quienes los habitan para solucionar diversos problemas que se han ido presentando.

No se entiende la presencia de la famosa Conago, sino tiene lineamientos que seguir, donde se vea su mano y el poder de los gobernadores unidos, para buscar mejorar las relaciones entre los gobiernos de las entidades y el propio gobierno central del país.

Ahora más que nunca, esta organización política de gobernadores, podría tender los puentes necesarios para que los estados de la república, en este caso, los más necesitados, puedan acceder a los apoyos económicos suficientes para poder salir de sus respectivas crisis financieras y respaldar el flujo de recursos económicos que se requieren para el debido cumplimiento de sus obligaciones, sobre todo, en Veracruz, donde los más necesitados que son los trabajadores de todas las dependencias gubernamentales, tengan sus salarios en tiempo y forma.

Mucho se ha hablado de la Conago, como una organización de mandatarios estatales que se han unido para defender los intereses de los estados que gobiernan, pero hasta ahora no se ha dado ningún pronunciamiento importante para que se pueda respaldar las acciones de los gobiernos en crisis, por lo que ya es tiempo de que haga algo y que se justifique su presencia en la política nacional, porque hay que entender que se trata, precisamente, de un frente político que en principio demandaba protección y atención ante un gobierno diferente a los del PRI, pero ahora parece que todos quisieran defenderse y llamar la atención de quien hoy manda a nivel nacional.

La Conago necesita para seguir sosteniéndose en el papel que desempeña, que tenga acciones que concretes sus propias aspiraciones y las cuales ya se han definido permanentemente al buscar que se cumplan los principios del federalismo y al mismo tiempo que se procuren mejores relaciones entre los mandatarios estatales y el propio presidente de la república.

Sin embargo, como ya lo hemos comentado, hasta ahora, no se ha visto la mano ni el poder de esta organización, pues al estar compuesta por los gobernadores de las diversas entidades del país, se entiende que tienen toda la fuerza necesaria para poder intervenir a favor de cualquier estado de la república, al menos que dicha organización solo se haya creado para defender los intereses de los propios mandatarios estatales, sin importar lo que pueda pasarle a una entidad, que como Veracruz, se encuentra en serios aprietos económicos.

Ante la Conago, el propio presidente de la república, no parece preocuparse, lo que indica que no hay separación alguna, como es el caso de los mismos poderes del estado, que conjuntamente se protegen unos a otros, echando por tierra el propósito de la famosa división de poderes.

Si alguna fuerza política tiene en estos momentos la Conago, es tiempo de que la demuestre, porque de lo contrario, donde quedas los objetivos que la crearon y que la han hecho perdurar hasta estos tiempos.

De nada servirá que a cada momento realice reuniones entre los propios mandatarios y en ocasiones con el mismo Ejecutivo federal, si en las mismas no ejercen el poder y la presión para abogar por los estados, que la conforman, sobre todo, cuando tienen a la mano al propio presidente de la república.

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MUY A PESAR DE QUE ya comienzan a caer del árbol, las manzanas podridas, sigue la percepción en Veracruz, de que solo se está dando atole con el dedo a todos los que han demandado que se castigue a los responsables del saqueo en las arcas estatales.

En Veracruz, hay pollos gordos que no han sido tocados y que las investigaciones no parecen señalarlos contundentemente, como ha sucedido con varios de los ex colaboradores más cercanos del mandatario estatal en fuga.

Si no pasa nada en estos últimos días del mes de noviembre, es posible que nada pase en el resto del año y ni siquiera en los que vienen, porque no hay voluntad política, ni tampoco el valor que les vale a las propias autoridades del estado y de la misma federación.

Unos hablan de que posiblemente, el gobierno federal, esté pensando en dar un gran golpe en los primeros minutos del día primero de diciembre, unas horas antes de que el gobernador electo de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, tome posesión del Poder Ejecutivo de Veracruz, con la finalidad de detenerlo en su intento de dar a conocer información valiosa que podría involucrar al propio mandatario federal.
El llamado momento en que Yunes Linares, cimbrará a México, es posible que sea suspendido por acuerdos que lleguen en tiempo y forma, porque a nadie conviene que haya un enfrentamiento entre los titulares del poder ejecutivo estatal y federal, más cuando en estos momentos, la debilidad se encuentra en Veracruz, donde no hay recursos para salir adelante y esta es una buena estrategia del gobierno federal, para espantar al mismo ex secretario de gobierno, en la entidad y ahora futuro gobernador.

Duarte, sí será detenido una vez que ya no tenga fuero, pero puede suceder lo mismo que ha estado sucediendo en Veracruz, que dejan en libertad a quienes han detenido y han sujetado a vinculación de proceso, por no tener las pruebas suficientes, aunque todos digan que es o ha sido un delincuente.

Así las cosas, muchas sorpresas habrá en estos últimos días del mes de noviembre, incluyendo el golpe político del presidente, y la misma amenaza del Gobernador electo de cimbrar a México.

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¿Y QUE DICEN LOS DIPUTADOS federales?

Pues nada, que van a decir, si la mayoría de ellos estarán en estos momentos bastante preocupados por todo lo que sucede en Veracruz, pero no precisamente, porque se duelan de los serios problemas de los veracruzanos, no, de ninguna manera, sino porque varios de ellos están metidos hasta el fondo en estas cuestiones del daño patrimonial a la entidad veracruzana.

¿Y todavía habrá alguien que los llame representantes populares?

¿La voz de los veracruzanos, en el Congreso federal?

No se han apersonado en la entidad veracruzana, para dialogar con los ciudadanos que les dieron el voto para que llegaran al Congreso de la Unión, explicando, sobre todo, la razón que existe sobre las difíciles condiciones que se viven en la entidad.

Nadie de ellos se atreve, en estos momentos, mirar de frente a quienes votaron por ellos, menos aquellos “representantes populares”, que tienen cuentas pendientes con la justicia por haberse llevado gran parte del dinero que pertenece a todos los veracruzanos y que ahora cínicamente se gastan en el país y en el extranjero.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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