En Veracruz, la agenda pública la sigue llevando Javier Duarte.
No es quien la marca, es quien predomina y en torno a quien se mueve la misma.
Comenzando el lunes, en lugar del debate que deseaba el gobernador evadido y evasivo, Carlos Loret de Mola le dejó un par de llegues muy fuertes.
El primero, un video de Moisés Mansur Cysneiros, uno de los prestanombres de Javier Duarte, ese que hizo un testamento donde le deja todos sus bienes al gobernador con licencia.
Ese video es de los que aparentemente se graban cuando no se da cuenta la persona, pero Moisés Mansur se ve muy cómodo y relajado hablando de los trastupijes de Duarte e incluso le habla de usted a su interlocutor.
El video más bien parece una amenaza indirecta de Moisés Mansur hacia Duarte de “si me hacen algo, puedo soltar esto”.
En ese video el amigo (¿o examigo?) de Duarte menciona que le dio una tarjeta de crédito a Karime Macías, “para que cubriera sus gastos”.
También habló ahí de otros prestanombres como Jaime Porres Fernández Cabada y la familia Mansur Beltrán, pero sobre todo de Francisco García González, alias “Franky”
(Si quiere ver el video completo está enhttps://youtu.be/QkL091OadLA )
El segundo llegue fue un documento que muestra como Duarte transfirió a Karime Macías una casa adquirida en Maricopa, Arizona (en un club campestre de nombre Scottdale Country club), y que vendieron a su tío Jorge Ramírez en 10 dólares, conforme a un acuerdo firmado en Santa Fe, Nuevo México el 31 de octubre del 2007.
Luego estuvo la llegada de Miguel Ángel Osorio Chong, al sur del estado, donde los alcaldes le dijeron los montos que el gobierno de Javier Duarte les adeuda en participaciones.
El funcionario federal, junto con el gobernador en funciones, Flavino Río, después escuchó a los empresarios, que también hicieron sus reclamos por las deudas existentes.
Y ambos grupos, más otros, recalcaron la situación de inseguridad que se vive en la zona y que no se atenuó ni siquiera cuando Javier Duarte anunció medidas espectaculares, después de que a familiares de Karime Macías también les llegó la violencia.
La respuesta de Osorio Chong fue dejar la coordinación de la seguridad pública en el estado a la Secretaría de Marina; la policía estatal que dejó Arturo Bermúdez, no, porque existen sospechas sobre su conformación.
Esa es parte de la herencia nefasta de Javier Duarte.
Enrique Ochoa Reza, el dirigente nacional del PRI, llegó a Veracruz también este lunes, casualmente. ¿Casualmente? No para nada fue una casualidad.
¿A qué vino?.
Pues a decir que el PRI se va a convertir en el garante de la honestidad y la transparencia, que van a crear la unidad de vigilancia para cuidar a sus gobernadores y alcaldes y de paso a los partidos políticos.
O sea que quiere convertirlo en el vigilante de la honradez política, pero para que se le crea el discurso primero tiene que convencer a todo el país que en Veracruz las cosas se hacen bien y eso incluye el castigo a Javier Duarte y todos sus secuaces y que se instaure una dirigencia estatal que no tenga la menor mancha de deshonestidad.
Aunque el discurso se contrapone con el señalamiento del caro avión arrendado en el que llegó al estado, el helicóptero de la CFE que utilizó y el intento de dedazo de Carlos Aceves del Olmo, el dirigente nacional de la CTM, quien llevó a presentar a su sobrino Carlos Aceves Amezcua, el anodino director del Colegio de Bachilleres de Veracruz. Aunque esto no será porque Carlos Aceves Amezcua, tiene la marca del fidelato; y esa no se la va a poder quitar.
¿Transformar al PRI?
¡Difícil, muy difícil!
Pero esa es la agenda política que Javier Duarte heredó.
Pero el anuncio público fue que el PRI pedirá que se continúen las investigaciones contra Javier Duarte, pero también contra Miguel Ángel Yunes y Guillermo Padrés.
Más nunca dijo que no quieren que Miguel Ángel Yunes tome posesión del cargo.
Y Javier Duarte estaba presente cuando habló de “reconstruir” el PRI en Veracruz. Pero, ¿lo reconstruirán con los mismos dirigentes que están hoy?, ¿cómo se haría un reconstrucción así?.
Está bien que el PRI es un asunto de los priistas, pero su actuar es de interés de todos porque es un partido político, es el partido del Presidente de la República, y el 30 de noviembre terminan 87 años de su hegemonía en el estado.
Así, que, tanto los místicos como los terrenales, nos merecemos una explicación, para ir sabiendo a que le tiramos.
En esto de que Javier Duarte sigue marcando la agenda en Veracruz, Miguel Ángel Yunes rechazó lo que desde el 5 de junio han difundido de una manera y de muchas más: que no tomará posesión como gobernador.
A cambio soltó la versión de que Javier Duarte huyó del estado desde el sábado, a bordo de un helicóptero que le proporcionó Flavino Ríos.
Javier Duarte también es el culpable de los paros magisteriales por falta de pago, porque bajo su gobierno se mal administraron esos recursos.
Duarte sigue siendo el punto nodal de todos los males de Veracruz.
Tanto los que sufren los místicos, como los que padecemos los terrenales.
¡Qué no escape!

PARA EL PRI-VER, UN DELEGADO, NO UN AMIGO. Enrique Ochoa Reza llegó a una Xalapa donde el PRI ha perdido los últimos comicios; el último aspirante que ganó una elección por éste partido fue el actual alcalde, Américo Zúñiga, sentado a la mesa de honor de la comida que le ofrecieron los priistas de Veracruz al dirigente nacional.
En 2015 Elizabeth Morales, con todo el desprestigio por haber hecho una pésima presidencia municipal perdió y se fue hasta el tercer sitio, mientras que Adolfo Mota logró la diputación por la operación electoral hecha en los otros municipios del distrito de Xalapa rural y a la deficiente defensa del voto que hicieron sus contrincantes.
Este año Morena arrasó en las elecciones y se llevó de calle las dos diputaciones locales, impulsada por el antipriismo generado por el gobierno de Javier Duarte y porque no hubo una dirigencia municipal capaz de articular acciones para contrarrestar esto.
Vaya, el PRI municipal de Xalapa siempre tiene las puertas cerradas.
Y con ese PRI ¿quieren recuperar Xalapa?.
Bueno, ¿con el actual PRI estatal quieren recomponerlo?.
La comida a la que llegó Ochoa Reza estaba infestada de miembros del fidelato, que son los incrustados en el PRI estatal, porque fueron puestos por Fidel Herrera y Javier Duarte.
Esa es la dirigencia que llevó al PRI al tercer sitio en el estado.
En ese evento Juan Carlos Molina, el dirigente estatal de la CNC, de plano le pidió al dirigente nacional que nombre un delegado para el PRI de Veracruz, pero además que no sea amigo de ninguno de los dirigentes priistas en la entidad.
Al hacerlo no le dolió decir “no tenemos que estarnos haciendo pendejos nosotros mismos”.
“Aquí tenemos que hacer un compromiso con el primer priista del país, que es el presidente Enrique Peña Nieto y, tenemos que trabajar por el partido”, puntualizó.
E igualmente señaló: “Necesitamos meter orden aquí… para que trabajemos de forma honesta por nuestro partido, que de una buena vez nos quitemos de encima las deslealtades de muchos, y aquí habemos varios que sólo servimos para estar en la foto y andamos ahí de brincolines coqueteando con otros partidos a la hora de las elecciones, con el pensamiento de que nuestros adversarios nos van a ayudar si los ayudamos”.
¿En quién estaría pensando cuándo dijo eso?.
En esa andanada de inmediato acusó al comité estatal del PRI de abandonar el partido, “vamos al partido y ahí está Amadeo (Flores), como el llanero solitario, está solo, porque las demás oficinas están vacías”.
En ese tenor sentenció: “Tenemos que hacer algo porque somos nosotros mismos los que nos estamos apuñalando por no salir a trabajar con nuestras bases”.