Es Veracruz sin lugar a duda, caso de análisis especial cuando hablamos de su vida política, por muchos años, la entidad fue tierra de grandes personajes que, con gran rectitud intentaron conducir el destino de este majestuoso estado, desde sus trincheras, con el único afán de ver crecer y mejorar a su pueblo del rezago en el que la condición histórica lo mantenía.
Así hombres como Arturo Llorente González, Juan Maldonado Pereda, Jesús Reyes Heroles, Fernando Gutiérrez Barrios, Agustín Acosta Lagunes, -evidentemente muchos más quedaran fuera de esta lista, pero solo por citar algunos-, incluso desde la oposición hombres como el gran Heberto Castillo, Alfonso Gutiérrez de Velasco, dieron a la entidad muestra de su empeño y amor por su tierra.
Lastimosamente a este magnífico estado que lo tenía todo, arribaron personajes que por su ralea, bien podrían ser considerados unos verdaderos mercenarios, que con el paso de los años se convirtieron en pequeños integrantes de una corte de zalameros que propensos a la adulación llevaron al fracaso el proyecto político en el que se esperaba que el cambio generacional diera pie, a una nueva clase política, una que permitiera, transformar a Veracruz y proyectarla al mundo entero.
Pero bien señala el refrán popular, “no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre”, en su afán por romper y marcar distancia del mentor, al que en el fondo detestaban, se erigieron en reyezuelos, perdiendo la dimensión de sus tropelías, y sin medir las consecuencias de sus indigno actos.
El ejercicio político se tradujo, en dos elementos, capacidad económica –para hacer y deshacer- y capacidad de corromper todo conciencia que tuviera enfrente en su afán de intentar perpetuarse en el ejercicio público del poder, solo que desperdiciaron el tiempo, sin entender que la sociedad también juega un papel especial, es finalmente el Big Brother del Programa, que todo ve, que todo escucha, el mismo que te puede salvar o castigar, llegada la hora.
Confirmado desde el Altiplano, que los días y horas están contados para la administración duartista, la beligerancia, así como la actitud retadora asumida por el ejecutivo en los momentos de mayor algidez institucional, son las últimas perlas del collar con que lo habrán de conducir, al desprestigio político y que se verá culminado con la salida del propio Ejecutivo, así como por la detención de un sequito que no entendió, que la suerte, no se echa, se construye.
Ahora los veracruzanos nos cuestionamos ¿y los responsables de esta crisis dónde están?
Por principio de cuentas algunos dirigentes de partidos políticos como el del Verde Ecologista de México (PVEM), Juan Eduardo Robles Castellanos, nos debieran informar que procesos existen al interior de sus partidos para determinar, sancionar o investigar a personajes como Edgar Spinoso Carrera, Tarek Abdala Saad, cuentan también con fortunas de considerables proporciones, dueños de ranchos, terrenos en los más costosos fraccionamientos de Xalapa, flotillas de aeronaves que ya quisieran algunos Gobiernos Estatales poseer; transportes, kilómetros de playas de litoral veracruzano.
Al igual que acciones emprenderá Nueva Alianza, a través de su Delegado Especial con funciones de presidente del Comité de Dirección Estatal, Beker Martínez Santos, para explicar, de donde un personaje como Vicente Benítez adquirió propiedades en Costa Rica, entre muchísimas riquezas más, en tan solo 8 años.
Caso especial el del responsable administrativo y financiero de la Secretaría de Salud de Veracruz, Ricardo Sandoval Aguilar, a quien por años lo ha acompañado un halo de corrupción y enriquecimiento ilícito.
Por los presuntos delitos de abuso de confianza, abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legal y tráfico de influencias, las empresas GB PLUS- Intermercado denunciaron al director de Administración de los Servicios de Salud de Veracruz, Ricardo Sandoval Aguilar. El funcionario estatal, se consigna, dispuso ilegalmente de más de 6 millones de pesos, sin que al momento se tengan resultados favorables para la empresa.
Según una investigación periodística realizada por Proceso en junio del presente año, este funcionario estatal, quien se ostenta como cercano colaborador de Javier Duarte y del exgobernador Fidel Herrera, ofrece pagar a los proveedores las deudas, siempre y cuando le entreguen una comisión de 35%, de los cuales 15% eran destinados al actual gobernador, acusó el abogado Rodolfo Reus, representante legal de una empresa afectada.
De acuerdo con Reus, quien en 2015 acusó de extorsión al perredista Mauricio Toledo, actual diputado y exdelegado de Coyoacán, la dependencia estatal Servicios de Salud de Veracruz adquirió dos sofisticados equipos de diagnóstico a una empresa holandesa para instalarlos en el Centro de Especialidades Médicas (CEM) de Xalapa, uno de ellos a un costo de 25 millones 520 mil pesos y otro de 15 millones de pesos.
Sin embargo, pese a que la factura por esa cantidad se emitió en 2014, hasta la fecha no ha sido liquidada por el gobierno de Duarte y por tanto no se ha capacitado al personal para operar los equipos de multidiagnóstico, con los que se pueden atender a 25 pacientes por día.
Ahora la pregunta a las autoridades federales es Benítez, Tarek, Spinoso y Sandoval, ¿Cuándo serán sancionados?

Al tiempo.
astrolabiopoliticomx@gmail.com
Twitter: @LuisBaqueiro_mx