¡Se acabaron las campañas!
Qué alegría aseguran los asiduos al café, en la calle, los taxistas, no hablan de otra cosa, por fin dejaremos de chutarnos los casi tres meses en donde estuvimos expuestos a la constante intentona de comprarnos la conciencia, de vendernos espejitos cual imberbes mozuelos a los que todavía no los alcanza la madurez intelectual.
Pero ¡oh gran sorpresa!
Resulta que los veracruzanos como nunca se han mantenido informados del acontecer de las campañas, y aun cuando las casas encuestadoras exhibieron altísimos porcentajes de indefinición, la sociedad ya tiene su definición clara, mentirá que la gente no sabe a estas alturas por quien emitirá su sufragio el próximo 5 de junio.
La realidad es que en los hechos este domingo se está apostando a que se logre la victoria del gran elector, si de ese que como usted y como yo somos los integrantes de la verdadera democracia mexicana, los que sin cargos, ni ambages trabajamos día con día para que este país llegue a mejores estadios.
Mucho habrá que cuidar que el otro gran elector, ese que desde las sombras del poder mueve los hilos de la política para conseguir su objetivo, y es que algunos apuestan a la continuidad de un régimen en donde la corrupción, la impunidad, el saqueo, la delincuencia de cuello blanco, se mantenga incrustada dentro del aparato gubernamental, decidiendo los destinos de más de siete millones de veracruzanos.
Imposible soslayar, el insoportable hedor que dejan las campañas negras y de descalificación, la ola de propuestas demagógicas y ofertas imposibles de alcanzar en un periodo tan efímero y corto como son 730 días de gobierno.
Tristemente la sociedad deberá a partir de ahora a comenzar a tener en consideración que estos nuevos legisladores que llegarán al Congreso del Estado, tendrán la posibilidad de perpetuarse en el encargo, porque así se los facultará la nueva reforma política, y si a ello sumamos, el manoseo y la intromisión del Ejecutivo en los procesos internos de los partidos políticos en el tema de la designación de candidatos, estaremos hablando de la evidente destrucción del proceso democrático estatal, pues los institutos políticos evidenciaron la prostitución y el manejo franquiciado con que se comportaron.
La sentencia dada en este mismo espacio se cumplió, la elección remedo de gobierno de dos años será llevada al escenario de los tercios, en su afán enfermizo por mantener el poder.
Los resultados mostrados por las casas encuestadoras demostró que la sentencia fue buena, arrancan en un virtual empate técnico, y solo la ciudadanía habrá de señalar si fue o no así.
Lo cierto amable lector es que usted es y será el gran elector, ahora solo conviértalo en realidad, y acuda a la urna, apueste ahí estos últimos años que ha sufrido y disfrutado Veracruz, porque lo que no se valdrá es al rato lamentarse.
En nosotros esta el cambio, y solo en nosotros conseguir el objetivo, no tenga miedo, apueste por su estado, lo que otros se juegan a los dados.

Al tiempo.
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