Jamás la Universidad Veracruzana (UV) había estado en riesgo, mucho menos, se ponía a la educación pública en estado de alerta, el acceso a la laicidad y gratuidad de la enseñanza habrían sido en la entidad un baluarte de la sociedad, a la que la Revolución Mexicana habría dado esa institucionalidad que tanto reclamaron.
Toda nación y estado que se llame moderno, sabe que la educación es la apuesta para mantener una sociedad consciente, atenta y sobre todo exigente con respecto al funcionamiento que sus gobernantes den a la administración pública.
Las grandes dictaduras apuestan y apostaron a lo largo de la historia por sucumbir la educación, para con ello, sumergir al pueblo en la ignorancia, en la posibilidad de seguir siendo presa de los malos gobernantes.
Pero lo que sucede con la UV desde la llegada del duartismo es un atentado a la lógica y a la grandeza que tiene Veracruz, en su Máxima Casa de Estudio.
El evidente rechazo a resolver la problemática que hoy acusa, expresa la falta total de sensibilidad de quien tiene en sus manos la responsabilidad de garantizar la educación de su pueblo, ese pueblo al que desprecia, y al que quisiera desaparecer pero no puede, pues para su desgracia, esos casi más de ocho millones de veracruzanos, ya le juzgaron y lo recordaran siempre y no por sus aciertos, los cuales son nulos, sino por la más lastimosa y pésima administración de la que se tenga memoria.
Aun cuando la Junta Académica del Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana anunció una movilización masiva para el jueves 19 de mayo en las instalaciones de la USBI, además de establecer el 23 de mayo como plazo perentorio al Gobierno del Estado para que regularice los pagos.
La UV, la Universidad de todos los veracruzanos, está en riesgo, el llamado de sus autoridades a ejecutar un paro indefinido a partir del próximo 24 de mayo un día después del plazo perentorio para el pago de cerca de 2,500 millones de pesos que el Gobierno Estatal se ha negado a pagar, porque montado en su macho, niega deber.
Grave la situación, grave la circunstancia, más cuando a quien apuesta Javier Duarte en dejar en su lugar, emano y egreso de está “Alma Mater”; tanto Héctor Yunes Landa como Cuitláhuac García Jiménez, ambas apuestas del gobierno estatal para descarrillar al bloque opositor encabezado por Miguel Ángel Yunes Linares, estarían seguramente replicando la crisis que enfrenta pues, no tendrán en la impronta el recurso financiero suficiente para resolver y solventar su crisis.
Si las cifras son ciertas la deuda estatal asciende a cerca de 120 mil millones de pesos, 30 millones diarios que los veracruzanos ven crecer sin poder detener el efecto espiral al que ha llevado Javier Duarte a Veracruz.
De continuar con este esquema, creerá usted que a quien llegue a la responsabilidad, le va a dar prioridad, cuando el 1 de diciembre tendrá como primer gran reto obtener el recurso suficiente para pagar la nómina del 15 de diciembre y el pago de aguinaldos a más tardar el 20 de diciembre de 2016.
Mientras tanto la UV, seguirá sumida en la pena y la desgracia a la que estos ingratos gobernantes sumieron a la Universidad, pues como quien mandata, no paso por sus aulas lo mismo le da.

Al tiempo.

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