El tema de los Papeles de Panamá ha puesto en evidencia una problemática que tiene que ver con la honestidad de los ciudadanos mexicanos, trátese de políticos, empresarios, actores, deportistas o cualquier actor social de nuestro país.
La investigación periodística realizada por Panamá Papers o papeles de Panamá es la evidencia de un trabajo periodístico desarrollado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación y el periódico alemán Süddeutsche Zeitung sobre una serie de filtraciones de documentos confidenciales de la firma de abogados panameña Mossack Fonseca, a través de una entrega de 2,6 terabytes de información por parte de una fuente no identificada al periódico alemán, que posteriormente compartió con este grupo de más de 100 periodistas en todo el mundo, revelando el ocultamiento de propiedades de empresas, activos, ganancias y evasión tributaria de jefes de Estado y de gobierno, líderes de la política mundial, personas políticamente expuestas y personalidades de las finanzas, negocios, deportes y arte.
El caso que no es menor, sino que provocará en los siguientes meses una serie de escándalos pues la honestidad de los implicados evidencia y exhibe la falta de probidad de la sociedad a nivel mundial, expertos en finanzas aseguran que este escándalo pone en evidencia esos dos universos que existen, uno entre la clase social mayoritaria, sin acceso a la riqueza y esa segunda que se mueve a más no poder, sin escrúpulos en su afán de acumular más y más ingresos.
Según las investigaciones los implicados contrataban con el bufete de abogados consultores de empresas, Mossack Fonseca, servicios consistentes en fundar y establecer compañías inscritas en un paraíso fiscal de modo tal que cumpliesen con el objetivo primario de «ocultar la identidad de los propietarios».
De esta forma regresamos al tema que nos ocupa, los políticos que aspiran a ser gobernadores de Veracruz, deben exhibir y mostrar de cara a los veracruzanos como llegan a esta intentona, la crisis de credibilidad institucional que sufre la entidad es producto precisamente de la falta de honestidad y probidad de los políticos en funciones, los cuales llegaron con una mano atrás y otra adelante demostrando que lo primordial en su función no fue servir, sino servirse –y dirían por ahí, con la cuchara de una retroexcavadora- porque el nivel del desfalco a las arcas de Veracruz no tiene precedente en la historia reciente, quizá lo más aproximado, habría sido el paso de Antonio de Padua María Severino López de Santa Anna y Pérez de Lebrón que se llevó nada más en sus alforjas medio territorio nacional.
Por ello la iniciativa realizada por Héctor Yunes Landa denota compromiso con los veracruzanos de cara a este escenario mundial y local que demanda a gritos no más corrupción, la valentía para mostrar de cara a la población la riqueza de su familia y la propia ante el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) y de Transparencia Mexicana son ejemplo de sensatez, cordura y de honradez que muchos otros desearían mostrar, pero no pueden.
Quizá ahora la sociedad pueda conocerle también no como el Yunes “Bueno” sino también como el Yunes “Transparente”.

Al tiempo.

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