AHORA SÍ, como tanto lo escribieran, desde hace tiempo, analistas políticos de toda la entidad, la moneda está en el aire, refiriéndonos, necesariamente, a la sucesión gubernamental en Veracruz.
Si la actividad política, se daba por complicada, hasta hace unas semanas, ahora se ve complicadísima.
Es que no hay porque dudarlo, ya que de la noche a la mañana, han resucitado al diputado federal Alberto Silva Ramos, para que juegue su papel de opción política ante el descompuesto panorama que se vive dentro del Partido Revolucionario Institucional.
Y señalamos que la política se ve complicada, porque conforme avanza el tiempo, nuevas circunstancias se presentan para la definición del candidato tricolor a la gubernatura del Estado.
Cierto es que el PRI, no es el único partido político que participará en este proceso electoral, pero también es cierto que los demás partidos se están moviendo al ritmo que el mismo Revolucionario Institucional, impone.
Y es que, como todo mundo sabe, dos fuertes aspirantes a la gubernatura, lo son Pepe y Héctor Yunes, por lo que, de no ser ninguno de ellos, los partidos políticos de oposición, se estarían disputando a cualquiera de los dos legisladores, sabiendo de antemano las grandes posibilidades que tienen para ganar de calle las próximas elecciones del mes de junio.
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MANLIO FABIO Beltrones, el dirigente nacional del PRI, ha pedido unidad en torno al proceso electoral del próximo año en Veracruz.
De acuerdo a sus palabras, pronunciadas dentro de la sesión del Consejo Político Estatal, el domingo pasado, ya está por emitirse la convocatoria respectiva, para darle forma al proceso interno, de donde saldrá el futuro candidato a la gubernatura del Estado. Fue todo, no dijo nada más que pudiera ser una señal más convincente para lo que viene en Veracruz, quedando, solamente, la unidad como mensaje central de su intervención.
Sin embargo, a partir de la toma de protesta de Alberto Silva Ramos, como nuevo dirigente estatal del PRI, se pone el aderezo a la actividad política del mismo partido, porque ahora sí, se complica más la solución que se deba de dar precisamente en el altiplano, en donde, todos están seguros, saldrá el nombre de quien deba representar al tricolor en el proceso electoral constitucional del mes de junio.
La solicitud de unidad, de parte del líder priista, es un mensaje más que descifrado, pues se entiende que se quiere terminar, de una buena vez, con la serie de enfrentamientos que se han venido dando en los recientes meses.
Pero, ¿A quién fue dirigido este mensaje?. ¿Será para los senadores de la república, que se han negado rotundamente a caminar por el mismo sendero que lo hace el grupo político que manda en Veracruz?.
O, ¿Será que también, el dirigente nacional priista, traía la instrucción presidencial para aplacar los ánimos de la aldea?
De cualquier manera, la solicitud de unidad, fue un verdadero mensaje que podría tener encerrada una decisión ya tomada en estos momentos y que solo se esperan los tiempos políticos, para darla a conocer.
Si esto está pasando, por qué Silva Ramos, viene a Veracruz, y se encarta, una vez más, porque siempre estuvo encartado, para ser uno más de los protagonistas en la lucha por el poder político, considerando que siempre ha sido el candidato oficial de quien manda en Veracruz?-
La pregunta, como la moneda, está en el aire.
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POR más QUE Silva Ramos haya mencionado que los senadores de la república, Pepe y Héctor, son sus amigos, no cambiará, para nada, el panorama político de la entidad.
Pepe y Héctor, seguirán luchando por lo que quieren.
El trabajo desarrollado durante varios años, no lo podrán tirar, de la noche a la mañana, por lo que, internamente, ésta será una difícil lucha que se siga dentro del Partido Revolucionario Institucional.
No cederán, por más que les canten las sirenas, ya que ninguno de ellos estará dispuesto a quedar mal ante los propios veracruzanos, que los han visto luchar todos los días por esta aspiración.
Así, Veracruz, vivirá una etapa, quizá inédita, dentro de su historia política.
El PRI, lo mismo, se encontrará ante un panorama político distinto, donde lo primordial, será mantener a su militancia ordenada y ese será, en gran parte, el trabajo que deba desarrollar quien ahora ha tomado las riendas de esta organización política.
Por lo demás, la espera será la única opción de aspirantes, de militantes y de toda la clase política estatal, incluyendo, desde luego, a los propios partidos políticos de oposición que están más atentos a lo que ocurre dentro del PRI, que ver por sus propios aspirantes, pues de la observación de todos estos acontecimientos, es como también habrán de tomar sus propias decisiones.
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A ESTAS ALTURAS, el poder, parecía disminuir para quien estaba próximo a dejar el cargo de gobernador del estado.
Sin embargo, esto no parece suceder a Javier Duarte de Ochoa, quien se mantiene más encarrilado dentro de las acciones políticas, donde está demostrando que el poder no ha enflaquecido para él.
Cierto es que, todavía, hay de por medio once meses y días, para terminar con su administración pública estatal.
Pero, mientras tanto, se ha metido hasta la cocina con algunas decisiones que parecen ser la fuente de su propio poder.
¿Será, acaso, por las circunstancias que se han estado presentando en la sucesión gubernamental, aun cuando, a nivel nacional, haya un presidente de la república, que debe ser consultado permanentemente sobre el futuro del estado de Veracruz?
La verdad, no se sabe, pero el poder perdura para Duarte, a pesar de que se vislumbra ya la otra orilla del sexenio.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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