Aunque las versiones de una abrupta salida del gobernador Javier Duarte de Ochoa se mantienen en el nivel de chisme, no faltó quien se ya se anotó como interino, se trata de Flavino Ríos Alvarado, quien tan pronto salió la primera versión se ha dedicado a ser el más eficiente de los funcionarios con la intención de posicionarse para ocupar unos meses el cargo, ya dio la instrucción a su equipo para difundir sus aspiraciones.

Desde hace una semana Zeferino Tejeda Uscanga como secretario particular; Víctor Joaquín Garrido Cárdenas, coordinador de Asesores, y Clara del Refugio Suárez Arzani, titular de la Unidad Administrativa; Rodolfo Chena Rivas, director general Jurídico; Roberto Álvarez Salgado, director general de Gobernación; Julio César Cerecedo Aguilar, director general de Política Regional, y a Rafael Grajales Sansores como director general de Asuntos Religiosos se dedican a multiplicar la versión de que el “doctor tiene la capacidad”.

El minatitleco hace sus esfuerzos combinados con su experiencia de viejo zorro para estar en el ánimo de los grupos sociales y ahora también en las redes sociales con un amplio operativo que incluye todas las herramientas de la tecnología para ubicarse en la opinión pública de manera permanente.

En el sexenio pasado, Ríos Alvarado estuvo ausente de la administración pública a excepto la notaria que consiguió en una negociación poco conocida, pero efectiva. Ahora ve la oportunidad de ubicarse en una posición delicada pero importante para un proceso de transición que estará marcado por fuertes vaivenes de intereses de grupo políticos estatales y nacionales que tienen la mirada puesta en Veracruz.

Y es que en la Secretaría de Gobierno, ha logrado poco, entre lo poco importante fue dar de baja a Marlon Ramírez quien se había convertido en un verdadero dolor de cabeza para muchos, sin embargo, eso no significó que le asignará la medición y palomeo de los candidatos para las diputaciones locales, los nombres de hombres y mujeres que abanderarán las causas del PRI, serán oficializados sólo por el gobernador y en algunos casos por recomendación del altiplano, por eso, Flavino Ríos quiere ocupar el espacio de quien está facultado para designar.

Aunque se vende como institucional, el político del sur mantiene en su currícula algunos berrinches que lo ubican como vulnerable al manejo de sus emociones.

Pero Veracruz como México, aguantan más y aún no es tiempo de ver caer a un gobernador, los acuerdos de nivel central le permitirán a Javier Duarte alcanzar los seis años de mandato y entregar la administración de dos años, aunque hoy en día nada garantiza que sea a un correligionario.


POLEMICA LLEGADA

La designación de Alberto Silva Ramos para hacerse cargo del PRI estatal, confirma que en Palacio de Gobierno no quieren de candidato del tricolor a ningún Yunes, de los llamados “buenos”, y confirma también la hipótesis de que existe un tercero en discordia y que seguramente saldrá de la bancada veracruzana de diputados federales, más de tres se afilan las uñas, incluido el propio Cisne que desde la dirigencia no desperdiciará la oportunidad para promoverse.

En la comida del pasado viernes en Perote convocada por Pepe Yunes, en la que no estuvo invitado Héctor ni ningún diputado federal, pero sí todos los locales que se entregaron al senador Yunes Zorrilla, éste dejó claro dos cosas; la primera que no dejará el PRI pase lo que pase y dos, que Héctor Yunes equivoca las formas de hacer política y sin decirlo, marcó con su distancia con el “primo”.

Por lo pronto, los dos senadores Yunes del PRI, han manifestado su total rechazo a la designación de Silva Ramos como dirigente priísta aún con la venia de Manlio Fabio Beltrones quien acudirá a la toma de protesta para el espaldarazo.


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