Cuánta razón le asiste a quienes llaman a la unidad y concordia.
Cuánta verdad tiene el reducidísimo número de defensores del gobernador Javier Duarte que claman por un ¡Ya basta!.. al igual que ese urgente alto a los rumores insanos y chismes de lavadero como dirían los clásicos.
Cuánto lo necesitamos, pero…
¿Cómo hacerlo cuando de la propia institución parten las agresiones, el arrebato, el berrinche, la rabieta; el por mis güevos cita a una extraordinaria en el Congreso y aprueben fast track el nuevo impuesto a la nómina ¡Urge!
Cómo entrar en el riel de la paz social si todos los días desde hace cinco años dejamos de perder la capacidad de asombro con tanto acontecimiento inédito, con tantas decisiones absurdas, con tantas ocurrencias.
Ese empecinamiento por destruir a los Yunes; ese afán de quitarle el fuero a medio mundo, esa terquedad de hacer a los saqueadores diputados federales, esa agresión permanente a los periodistas, ese bárbaro daño de endeudar a dos generaciones de veracruzanos.
Vale, en efecto, el llamado a la unidad.
Vale más cuando proviene de quien (sic) representa a ocho millones de veracruzanos, pero ¿Qué hacer si el patrón es el primero que desde la siete de la mañana se sube al ring y empieza a tirar madrazos a diestra y siniestra?
Si el centro es tolerante, el veracruzano ya no.
Se acabó la paciencia y en ese hartazgo ya no está dispuesto a más atropellos. No se puede seguir incendiando a Veracruz. Son momentos de concordia, sí. De la reconciliación, sí. Y hay que hacerlo por Veracruz, sí, pero que ponga el ejemplo el gobernante.
Que no pierda la oportunidad histórica de concretar una transición democrática ya que lo contrario los acontecimientos político judiciales seguirán precipitándose.
Está comprobado que contra la vox populi no se puede. Que en las redes sociales el gobierno estatal hace mucho fue derrotado. Que la prensa oficial está en punto cero de circulación por tanto boletín de Palacio y que por más que filtre –como hace unas horas donde le pidieron a “Imagen” revivir una declaración de Pepe Yunes en donde, según la nota de semanas atrás, respalda al gobernador Javier Duarte.
Y es que, en efecto, Pepe Yunes en otro momento y hablando de la necesidad de claridad en las finanzas es descontextualizado con una vieja declaración sacada de la basura. Mmm…
Se quiere destruir la alianza Pepe- Héctor y así imposible alcanzar la unidad.
La PGR está a punto de proceder (ayer conversó la procuradora Arely Gómez, con Pepe Yunes) y la ciudadanía está furiosa.
Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo

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