NO HAY LA menor duda de que la cosa política, se complica demasiado en la entidad veracruzana.
El asunto parece estar íntimamente relacionado con la sucesión gubernamental.
Dimes y diretes, por todas partes, generan desconcierto, malas interpretaciones, enrarecimiento del panorama político cuando solamente faltan, si acaso, cuatro meses para que se defina la candidatura del PRI, a la gubernatura de dos años.
Está claro que diversos intereses políticos y económicos, se mueven por todas partes. Hay intentos, esfuerzos permanentes por crear confusión y arrastrar un proceso de renovación del poder ejecutivo, hacia una debacle con claros signos de descomposición política, para procurar un ambiente difícil para el debido cumplimiento del ordenamiento constitucional.

¿Qué pasa en Veracruz?

Esta es una pregunta que comienza a deslizarse en todos los sectores de la población. Lo peor de todo, es que, conforme pasa el tiempo, no hay respuesta clara, precisa, contundente de todo lo que en realidad está pasando.
Y aunque todo quiera ocultarse, por ahora, es sabido que tarde o temprano, el pueblo veracruzano, habrá de conocer la verdad.
Las piedras en el camino, se arrojan todos los días. Se busca, casi permanentemente, obstaculizar una definición que vendrá desde el altiplano, que no será aquí, que no se dará en el círculo localista, sino que por el interés político de la nación y del gobierno federal en turno, se tomará en los amplios ámbitos del poder.

Pero aún así, se insiste.

Mientras tanto, Veracruz, es un polvorín político. Opiniones van y opiniones vienen. Las voces calladas que preferían el anonimato, hoy comienzan a destaparse y externarse en todas partes.
Y la pregunta, vuelve a aparecer.

¿Qué pasa en Veracruz?

Y aunque nadie diga nada, todavía oficialmente, se comienza por aceptar, en principio, que algo está pasando, que Veracruz, ya está cambiando, porque el pueblo ha decidido participar activamente y que por esa razón, las exigencias se hacen evidentes.

La falta de acuerdos, de la falta de una práctica del dialogo, cuando menos, es lo que se piensa, están creando un panorama más inquieto que hace unos cuantos meses. Todo tiene, sin embargo, su razón, porque todo está ligado a la sucesión gubernamental, cuyo proceso se acerca, agudizando, de la misma manera, una crisis política que parece madurarse más y que por lo mismo, es posible que reviente antes de tiempo.

Pero, lo que siempre han tratado de evitar los protagonistas políticos, la misma clase política de un partido político como en el poder, los propios gobernantes federales, estatales y municipales, es que nada se salga de control para mantener la unidad que como dijera recientemente el dirigente partidista, es el principal elemento, la divisa indiscutible, para lograr el éxito electoral.

Y lo que pasa en Veracruz, será quizá, la sombra del reciente pasado, que no permite ver con claridad, cuando menos, para unos cuantos que siguen empecinados en su lealtad.

----------------------

Y UN ACTO POLÍTICO, un poco atropellado, pero atiborrado de hombres y mujeres provenientes de distintos rumbos del campo veracruzano, sirvió como escenario para concretar la renovación de la dirigencia estatal de la Liga de comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Estado.

Acatando estatutos, la organización cenecista de la entidad veracruzana, vuelve ser, cuando menos por ahora, un sector político fortalecido, respaldado por el Partido Revolucionario Institucional, como debió ser desde hace tiempo, cuando solamente unos cuantos se disputaban el honor de dirigir los destinos de esta central campesina.

Toma las riendas un hombre poco conocido, lo reiteramos, pero con plena convicción de que hará lo posible para recomponer el camino de esta organización que aglutina a los hombres más pobres y jodidos, los campesinos, a los que siempre se les ofreció la tierra como único patrimonio para su familias.

Y de paso, el PRI, se robustece, se afila las uñas para lo que vendrá en los siguientes procesos electorales, pues en recientes elecciones, faltó el voto verde, en su más alta expresión política, debido a la inexistencia de una organización histórica, cuyo compromiso aún está pendiente con todos los campesinos de México, de Veracruz, en lo especial, porque siempre lo hemos comentado, fueron los principales protagonistas de los movimientos revolucionarios que cambiaron al país, pero que a ellos nunca se les cumplió cabalmente con los ofrecimientos.

¿Sabrá esto, el nuevo dirigente cenecista en Veracruz, Juan Carlos Molina?
Si no lo sabe todavía, ahí están los miles de veracruzanos campesinos que están pidiendo socorro, salvación, misericordia, porque en estos momentos, son tan pobres, que ya no tienen, ni siquiera, para comer todos los días.

Por lo pronto, ojalá que en la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Estado, ahora con nuevo dirigente que la representa, no se olviden que Úrsulo Galván Reyes, sigue vivo.

-------------------------

CABALLEROSO POLÍTICO, el senador José Francisco Yunes Zorrilla, más conocido ampliamente, como Pepe Yunes, no se intimida. Resiste los embates, los malos tiempos del quehacer público y hasta los peores temporales de la política.

Se enfada, pero no responde con la misma pedrada, porque antes que otra cosa, esta su fina posición de un verdadero caballero de la política.

Sabe recibir los golpes, aunque también, sabe esquivarlos, pero ante todo, soportarlos.

No es tibio político, como muchos han pensado. Es más bien, un hombre pulido, fino, sensato, inteligente.

Por eso, nadie duda de que en estos momentos, cercanos a la definición priista para buscar la gubernatura del estado, se mantenga tranquilo, seguro de sí mismo, respetando a los demás y plenamente consciente de que el futuro está cerca y que ya no hay ninguna marcha atrás, sino enfrentar su propio destino, el que le depara gobernar o no, un Estado, tan querido como es Veracruz.

-------------------------

Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

NUESTRO CORREO: ac_stein58@yahoo.com.mx

Los contenidos, estructura y redacción de las columnas se publican tal cual no las hacen llegar sus autores.