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ASTROLABIO POLÍTICO - Luis Ramírez Baqueiro
Todo por una mamada
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2015-09-18 - 01:48

“La pobreza priva a menudo al hombre de la virtud y del ánimo.”
Benjamín Franklin

Inmersos en una crisis grave de valores, la sociedad veracruzana vuelve a pegar el grito en el cielo, un video colocado en las redes sociales y enviado a través de dispositivos móviles vía Whatsapp vuelve a dar la nota.
El escándalo producto de una felación inducida a un menor por una joven mujer que estaría concursando a cambio de una botella de alcohol, al interior del centro nocturno o disco “Capezzio” fue suficiente para que las autoridades estatales y locales volcarán sus reflectores en su afán de despresurizarse de tanta tensión ante la crisis de credibilidad y mal manejo financiero que atraviesa el estado.
Tras poco más de 25 años de operar en el puerto de Veracruz, este antro ubicado en la céntrica calle de Netzahualcóyotl entre Cortés y Francisco Canal, detrás del que fuera el Penal de Allende, se ha caracterizado por brindar entretenimiento a un segmento poblacional ligado estratos sociales bajos del puerto.
Propiedad del matrimonio conformado por el animador de fiestas, eventos, conductor de radio y televisión Juan Santiago y su esposa, este establecimiento ha sido escenario no solo de actos sexuales sino también escenario para el abuso animal –ahí nació el famoso Gato Volador- empleando gatos ferales que eran lanzados por los aires o colocados en las aspas de los ventiladores que refrescaban a los comensales, provocando las risas desbordadas de los concurrentes.
Sitio preferente de algunos legisladores locales en funciones, como el propio José Ramón Gutiérrez de Velasco que siendo alcalde de Veracruz, acudía con regularidad al referido sitio, así como de actrices y actores que aprovechan la oportunidad para visitarlo con frecuencia.
De hecho se dice que durante los últimos Carnavales de Veracruz, las comparsas y carros alegóricos de Capezzio son las que le ponen sabor a la fiesta de la carne.
Para el porteño, la fiesta y el antro son parte de su cultura, no entendemos que les sorprende, común es conocer de casos en donde la ingesta de bebidas alcohólicas entre menores de edad los conduce a literalmente perder la razón y cometer cualquier tipo de exceso, ante la permisividad de los padres que prefieren distraerse de estar atentos de hijas e hijos aludiendo que están en la edad de la punzada.
Y este incidente, nos sirve para preguntarnos, ¿Cuántos antros operan en Veracruz? ¿En cuántos se permite están clase de excesos? ¿Dónde quedaron los discos, en donde primaba el baile por encima de la ingesta a cantaros de alcohol?
Parece que todo eso quedo en el pasado.
Más grave cuando en plena capital del estado operan centros nocturnos donde los excesos y las desviaciones sirven de pretexto para dar rienda suelta a cualquier privación y si no basta recordar el escándalo del Sodoma, atribuido a la propiedad de la hoy delegada de la Procuraduría Federal del Consumidor, Elízabeth Morales.
Finalmente, nadie está pecando de puritano, mucho menos de santo, lo cierto es que es momento de reflexionar a donde ha llegado la sociedad en esta vorágine que esta pervirtiendo y degradando la dignidad humana.
Al tiempo.

astrolabiopoliticomx@gmail.com
Twitter: @LuisBaqueiro_mx

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