Este miércoles, una elemento del Instituto de la Policía Auxiliar (IPAX), le disparó accidentalmente a su compañera, en la pierna izquierda, en las oficinas del DIF Lavaderos, en la colonia Fernando López Arias, del puerto de Veracruz.
La lesionada tuvo que ser trasladada de urgencia para que recibiera atención médica.
El hecho se registró cuando Vicenta Mendoza Flores, de 52 años de edad, llegó a las oficinas del DIF Lavaderos, ubicado en la avenida Veracruz y Lorenzo Azua, de la citada colonia para relevar a María Isabel Bruno, de 47 años, ambas elementos de la mencionada corporación.
Sin embargo, al maniobrar su pistola de cargo, un arma tipo revólver calibre .38, Vicenta la accionó accidentalmente, disparándole a María Isabel, en la pierna izquierda, cayendo al suelo la mujer herida.
Testigos solicitaron auxilio al número de emergencias 066, donde se canalizó el apoyo a paramédicos de la Cruz Roja, quienes tras su arribo trasladaron a la lesionada a la clínica del Issste donde quedó internada.
En cuanto a la responsable, quedó bajo la custodia de su supervisor Ramón Alberto Utrera Lugo, quien determinaría la situación de la mujer policía.
Lamentablemente estos hechos son frecuentes en el IPAX porque no existe la suficiente capacitación del personal.
El manejo correcto del arma de cargo debería formar parte del entrenamiento básico, pero esto no ocurre en la gestión del Comisionado (en mala hora) del IPAX, Fernando González Ortiz.
Lo realmente grave es que al rato, por falta de entrenamiento, se le vaya a ir un tiro a los elementos del IPAX y logren herir o –Dios no lo quiera-- matar a un ciudadano. Eso sí sería muy lamentable.
Cuánto extrañamos administraciones anteriores en el IPAX, cuando la capacitación era la parte fundamental. Nunca vimos tanta irresponsabilidad, por ejemplo, durante los períodos de Juan Antonio Nemi Dib, Carlos Rodríguez Velazco o José Martín Gómez. Ellos sí fueron verdaderos profesionales de la administración pública, y no como el ineficaz e irresponsable Fernando González Ortiz que en lugar de mejorar la corporación anda todo el tiempo retando a sus superiores jerárquicos que jamás lo van a cesar del cargo porque a él lo puso en ese lugar la primera dama del estado.

VÍCTIMA DE UN infarto, este miércoles dejó de existir el arquitecto Sergio Maldonado Rosales, extraordinario fotógrafo de prensa, a quien se le recuerda por su paso por el diario Política y por haber publicado en el periódico La Jornada y en la revista Proceso. Sergio Maldonado documentó por años la lucha de un sector de la sociedad veracruzana contra la instalación de la planta nucleoeléctrica Laguna Verde. De hecho, su colección de fotografías testimoniales sobre ese tema fue expuesta en la galería universitaria “Ramón Alva de la Canal”. También expuso en el Museo Nacional de Culturas Populares, entre otros espacios de México y el extranjero. El fotógrafo y arquitecto veracruzano obtuvo diversos reconocimientos por su calidad y trayectoria profesional; entre ellos, destaca la selección en la primera Bienal de Fotoperiodismo, organizada por el Consejo Mexicano de Fotografía y la agencia Graph Press, en 1994. Descanse en Paz, Sergio Maldonado Rosales.

UN GUERRERO, un sobreviviente o simplemente un funcionario responsable, como usted lo quiera ver, amigo lector, pero Gerardo Buganza, secretario de Gobierno de Veracruz, es un caso aparte y digno de comentario pues resulta que fue intervenido quirúrgicamente el lunes, sin embargo, este miércoles ya despacha en su oficina de palacio. Buganza ha dado muestra de su compromiso de servicio, donde apenas hace poco más de año y medio enfrentó un problema serio de salud (cáncer en la piel), el cual enfrentó y superó completamente sin alejarse de su responsabilidad en la entonces Secretaría de Comunicaciones. Hoy Gerardo Buganza confirma que además de ser uno de los principales operadores del gobierno, es un funcionario que funciona para lo que fue contratado por los veracruzanos. Hacen falta por lo menos otros Buganzas más en el gabinete.

SI ALGUNA aspiración real tuvo por desarrollar una carrera política más allá de su actual encargo, José Antonio González Anaya puede ir despidiéndose de las mismas. Luego de varios días sin dar la cara, el Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social tuvo que salir a dar una explicación sobre el deceso de niños en Chiapas a causa de unas vacunas que les aplicaron. González Anaya salió con el clásico pretexto de que se trató de un “hecho aislado”, y que las vacunas no estaban defectuosas, sino que se contaminaron con bacterias. Ah, bueno. Menos mal. Por lo pronto, ya hay un aspirante menos a candidato a gobernador de Veracruz.

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