Sin lugar a dudas que el principal problema que se padece en nuestro país, es el del cáncer la corrupción, por ello es muy importante el hecho de que en el estado de Veracruz, el Congreso del Estado, haya aprobado este fin de semana el proyecto de Decreto para la creación del llamado Sistema Nacional Anticorrupción.

Hay que aclarar que el Sistema Nacional Anticorrupción no es un sistema que por arte de magia vaya a desaparecer la corrupción o lo que sería mejor a todos los corruptos.

Tampoco va a meter a todos esos funcionarios públicos, que de buenas a primeras, de un sexenio para el otro, dejan de ser simples mortales, para convertirse en multimillonarios, dueños de grandes fortunas, para asegurar el patrimonio no solo de su familia sino de varias generaciones y siguen y siguen robando, como si no tuvieran llenadera.

Habrá que ver si aprovechando que estamos en pleno período electoral, se aplica a fondo el nuevo sistema anticorrupción y le aplican las leyes y reglamentos a los funcionarios que continúan con anacrónicos sistemas de entregar todo tipo de regalitos y regalotes a los votantes, para que sufraguen a favor de algunos de los candidatos.

En el documento para la creación del Sistema Nacional Anticorrupción, se establece que todas las entidades deberán adoptar este nuevo sistema para cumplir con políticas de prevención, corrección, combate a la corrupción y promoción de la integridad pública.
Entre las medidas que establece el nuevo Sistema Nacional Anticorrupción habría que destacar el ordenamiento que permite la realización de auditorías en cualquier momento y no hasta que ha pasado un determinado tiempo.

Aunque habrá que ver, como se aplica la ley, pues resulta que a nivel local, los organismos como el ORFIS que supuestamente debería de detectar y acusar a los funcionarios corruptos, pero lo hace de tal manera, que los llamados “peces gordos” los que manejan presupuestos millonarios, esos nunca les encuentran nada grave y en consecuencia siguen cometiendo actos de corrupción durante toda su administración.

El Sistema Nacional Anticorrupción fija sanciones que van desde la amonestación hasta la in habilitación de servidores públicos, así como penalizaciones administrativas y económicas a particulares involucrados en actos de corrupción. Además, establece la extinción de dominio de los bienes derivados de enriquecimiento ilícito.

Opina el filósofo del pueblo Pancho López:

Que sería muy saludable, recomendable y hasta educativo, que no uno sino varios de los funcionarios corruptos que ya han sido detectados por la Auditoria Superior de la Federación, fueran sancionados con el nuevo Sistema Nacional Anticorrupción, para ver si realmente va a funcionar o será otra estructura burocrática más.

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