PATRICIA PEÑA DICE LA VERDAD,
SU ÚNICO DELITO ES SER DIPUTADA

Lo peor es que ya estamos acostumbrados. Cuando en este país alguien se atreve a decir lo que realmente la mayoría estamos pensando, salen a la palestra puristas y puritanos oficialistas, protectores de su empleo y su jugoso salario, encubridores de la santidad de nuestra institucionalidad y tapaderas de la real imagen que nos hemos ganado a pulso ante los demás países y el mundo entero, para predicar lo “respetuosos” que somos de los derechos humanos de los migrantes, lo bien que los cuidamos pues en temporadas hasta transporte en autobús, sustento y comodidades les brindamos transportándoles hasta nuestra frontera, y no hay problema alguno en que sigan ocupando la bestia cuando ellos quieran y tengan a bien arribar a nuestro territorio, cruzar sin trámite ni control alguno nuestra frontera sur, atravesar nuestro territorio en sus miles de kilómetros sin ser molestados “oficialmente” y llegar hasta el bordo de nuestras ciudades limítrofes con estados unidos, recibiendo, en el tiempo de su viaje alimentos y comida de nuestros buenos paisanos.
Lo malo – y que nadie quiere decir- es que no todos alcanzan el sueño, que también es de miles de mexicanos, de pasar al otro lado en busca de mejores condiciones de vida de las que les ofrecen sus países (entre ellos el nuestro).
Lo que pasa entonces es que se quedan en nuestro lado para siempre o durante mucho tiempo –igual que nuestros paisanos de todas nuestras entidades- engrosando la multitud sin trabajo y sin ocupación productiva que les permita mantenerse y ser individuos que colaboren con el progreso de las ciudades del norte que en consecuencia, tienen los más altos niveles de delincuencia, prostitución y de crímenes en contra de sus ciudadanos.
Lo dicho por la diputada Patricia Guadalupe Peña Recio no es sino la puritita verdad. quien no quiera verla o se haga que la virgen le habla para proteger su chamba y sus conveniencias oficiales, simplemente no cumple con su trabajo y no conoce la realidad de nuestro sureste costero veracruzano, oaxaqueño y hasta los límites de Chiapas con Centroamérica.
El único problema que yo veo en todo este affaire es el que lo haya dicho una representante del poder legislativo y la reacción popular sea más bien en contra del desprestigio que tienen nuestros diputados (que se han ganado a pulso) y el rencor que despiertan en nuestra sociedad cada vez que hablan, pues parlan desde su jugoso salario, su comodina postura de aprobar todo lo que les mandan y su poco respeto al pueblo con sus decisiones autócratas y en favor de las clases dominantes.
Muchos de estos queridos hermanos centroamericanos, porque lo son, puesto que racial y culturalmente no tienen ninguna diferencia con nosotros dado que históricamente Guatemala fue México y antes los mayas eran una sola nación hasta más allá de Honduras, realmente sí vienen huyendo no sólo del hambre sino de ser incorporados o ya están inmiscuidos con las muchas bandas que se hacen la guerra en sus países y cometen cruentos crímenes en contra de la población civil.
Y es verdad –aunque duela decirlo- muchas de estas personas se prostituyen ante la carencia de lo más esencial en su cruce (y no nos demos golpes de pecho que en el mismo Xalapa todos los postes de todas las calles y colonias, están llenas de anuncios de centros de prostitución cada vez más concurridos por la falta de oportunidades de desarrollo personal y trabajo en nuestro estado para mujeres con hijos y lo mismo pasa en todo México).
Así que si no podemos darle trabajo a nuestros paisanos y salvar a nuestras paisanas de un mal destino ¿cómo podemos hacernos responsables de otros cuando no podemos resolver los problemas de los nuestros?
Cuestión de enfoque. todos queremos a nuestros hermanos del sur, fueron alguna vez mexicanos, lo que debemos hacer es exigir a esos que se arrancan las vestiduras defendiendo lo que no es, que acaben con la corrupción y el crimen en sus países y en México hagamos lo mismo con la descomposición de nuestras policías y autoridades que son quienes les explotan y violan y matan a su paso – no el pueblo, así que no hablen por él y respondan a sus cargos públicos y hagan lo que deba hacerse para darle primero a nuestros mexicanos desprovistos de todo, una oportunidad de trabajo y de alcanzar una vida de provecho para sus familias y que lo mismo hagan las autoridades de sus países.
Sin corrupción y con un territorio libre de capos y de bandas que trafican hombres y mujeres, México y Veracruz serán zonas tranquilas de paso no sólo para los centroamericanos sino para todo aquel que quiera venir a nuestro país.
Otra cosa es demagogia y gana de encubrir lo que no puede encubrirse.




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