A mí me la contaron así:
Que en solitario se reunirían el gobernador de Veracruz (anterior) FIDEL HERRERA BELTRÁN y el senador JOSÉ YUNES ZORRILLA, allá en donde se han tejido las redes políticas de las hombres y mujeres arañas del sexenio del gobernador (actual) JAVIER DUARTE DE OCHOA.
Que en su despacho en la Ciudad de México, D.F., dueño del entorno y con su labia (¿o lengua?) melosa y convincente, Fidel le aseguró a Pepe que sería el próximo gobernador pero en el período siguiente al de dos años, o sea, el de seis. Que dejara que el gobernador (actual) JAVIER DUARTE impulsara y pusiera a ALBERTO SILVA RAMOS como su gallo para la elección de la gubernatura de dos años.
Que su ex jefe de asesores, con estudios en España y Washington, D.C., y con relaciones en los altos vuelos de los diferentes grupos de poder que sostienen la actual monarquía (perfecta high democracy), sería un buen candidato y mejor gobernador, que allí tenía como ejemplo al vigente especialista tecnócrata.
Sólo que a Pepe le salió lo YUNES de la alta montaña y le dijo que ya no volvería a agarrarlo de pendejo (qué raro en Fidel) que una vez le creyó y al último Fidel se inclinó por Duarte. Que ya ha recorrido todos los caminos de la política en Veracruz y sólo encuentra uno al frente que es el de la siguiente gubernatura. Que son ya muchos los grupos que se le han adherido y que si bien respeta a quien ha podido ser un buen funcionario, es el momento de un político-político (con igual preparación pues Yunes también tiene formación en la Universidad de Washington).
Y de nuestra cosecha agregamos que a un tecno lo derrotarían las circunstancias actuales y es necesario un alguien experimentado en aplacar tempestades y conciliar pugnas y enfrentamientos, que seguramente se agudizarán, encabece el próximo muy conflictivo gobierno –digo- si quieren los interesados en que siga siendo del PRI.
El caso es que PEPE YUNES, en franco desacato a la sugerente amable recomendación del Gurú cuenqueño, le dijo que ya había sido destapado y no había modo de rajarse.
Ahora que PEPE YUNES ya ha aclarado que no se ha adelantado al proceso selectivo y menos al electoral puesto que, quien sea el precandidato deberá –desde ahora- recorrer los caminos con los candidatos a diputados federales, identificándose y apoyando a los mismos, quienes , la verdad, no las tienen todas o casi nada consigo y yunes, con mayor experiencia, colmillo y arrastre, les levantaría las campañas, asegurando menos derrotas.
Y pues como buen político, el mismo gobernador Javier Duarte de Ochoa, seguramente después de analizarlo y meditarlo concienzudamente, ha salido al paso y, en referencia al destape de Pepe Yunes diría que: “como gobernador tiene todo mi respeto, como militante de un partido político tiene todo mi respaldo”.
Y Fidel ha dicho también que le dará todo su apoyo: moral, por supuesto.



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