25 de Abril de 2024
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PROSA APRISA - Arturo Reyes Isidoro
Knight se la comió solo
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2015-02-27 - 09:37
En vísperas del Día de la Candelaria publiqué que para esa fecha, 2 de febrero, entre muchos otros, los delegados federales habían sido invitados e iban a asistir a una comida que el Gobierno del Estado ofrecía en Tlacotalpan dentro de las Fiestas de La Candelaria.
Pero en la noche del día primero de este mes que mañana concluye, inesperadamente todos los funcionarios federales recibieron una carta-oficio-circular-aviso-notificación-¿orden? de que la invitación había sido retirada. No decía más pero se entendía que les estaban diciendo que no fueran.

Salvo dos o tres que ignoraron la notificación y asistieron, el resto no se movió de Xalapa. Consulté con varios y nadie me supo precisar qué había pasado en realidad: si en efecto les habían retirado la invitación o si era una manera velada de ordenarles que no acudieran.

Hasta la fecha no se sabe si la decisión la tomó unilateralmente el delegado de la Secretaría de Gobernación, Alberto Amador Leal, coordinador además de todos ellos, o si fue una orden que vino del altiplano. Haya sido una cosa o la otra, en todo caso la pregunta es por qué.

Antes ya se les había ordenado que quienes no la tuvieran crearan una cuenta de Twitter y que replicaran únicamente la información que tuviera que ver con el presidente Enrique Peña Nieto, pero que para nada mencionaran algo que tuviera que ver con el Gobierno del Estado.

(Hay quienes atribuyen la salida de Gonzalo Morgado Huesca de la Delegación del ISSSTE al hecho de que en una reunión de delegados federales en el puerto de Veracruz se atrevió a pedir crédito también para el gobernador Javier Duarte además de para el presidente.)
Pero todo esto lo traigo a colación porque sin hacer olas ni ruido, el pasado 14 de febrero el director del Centro SCT Veracruz, William David Knight Bonifacio, informó que, por fin, dos días antes había puesto en operación el paso vehicular superior de Tamaca ubicado sobre la carretera San Julián-Paso del Toro, en el municipio de Veracruz.
Del Gobierno del Estado, cuánto apapacho hubiera recibido Knight si les hubiera avisado y los hubiera invitado a una inauguración formal y de paso los hubiera dejado que se lucieran con la pequeña obra a falta de construcciones propias que lucir y festinar, y aunque se trata de una inversión federal hubieran cantado las glorias del progreso y desarrollo del estado. Pero, qué mala onda, Knight se la comió solo.

Según un boletín de prensa y dos fotografías que difundió la delegación federal, ese 12 de febrero el funcionario de la SCT jaló sólo a un policía federal de caminos y a dos allegados suyos, enfundados en casacas verde fluorescentes y cachuchas y banderas blancas, se pararon en una de las entradas del paso vehicular y simularon dar el banderazo de salida, de inauguración, y se tomaron la foto respectiva.
¿Es que el suegro del senador panista Roberto Gil Zuarth se desquitó con ello de la invitación que le retiraron para asistir a la comida de Tlacotalpan? ¿O es que por instinto siguió la línea de no compartir nada federal con el Gobierno del Estado? ¿O es que recibió una orden al respecto? ¿O es que lo hizo porque él en lo personal tiene rotas las relaciones con la administración duartista? ¿O es que lo hizo así para evitar gastos con un acto inaugural como los que se acostumbran en la aldea, vistosos, ostentosos y costosos?

En actividades en España, alguna vez, por ejemplo, en la Exposición Universal de Sevilla, otra en el Ayuntamiento de Salamanca, vi como, a diferencia nuestra, en sus actos oficiales no acostumbran tanta faramalla como montar escenarios especiales, colocar cordones de seguridad, poner edecanes, llevar acarreados, poner un maestro de ceremonias, hacer la presentación a gritos cada vez que alguien va a intervenir, etc. En sus recintos habituales, sin preámbulos, interviene uno tras otro los que tienen que hablar y sanseacabó. Ello evita gastos innecesarios, están los que tienen que estar y los que verdaderamente están interesados en el acto o tema, y nada más.

En México, cuidado que somos ceremoniosos y ostentosos, globeros y matraqueros. En la inauguración de algo, así sea la cosa más insignificante, se monta todo un aparato a veces hasta faraónico: escenario (estrado, carpa o manteado, reflectores, aparatos de sonido, logos, micrófonos), maestro de ceremonias, sillas para los acarreados, se contratan camiones para traer y llevar gente, a veces se llevan bandas de guerra o conjuntos musicales, y luego siguen los soporíferos "discursos" de los participantes, que generalmente hablan mucho pero dicen poco o nada. Todavía a veces se remata con barbacoa, tamales, tacos al pastor... Y en ocasiones sale más caro el caldo que las albóndigas, esto, es, se gasta más en la ceremonia que en el monto de lo que se inaugura o pone en servicio.

Consideraciones aparte de porqué lo hizo así, ante la situación que vive el país, y en especial el Gobierno del Estado, a mí me parece que como procedió esta vez Knight así debieran ser todas las inauguraciones: sin dispendio de recursos. Sólo en nuestro país, para lucimiento de los gobernantes, es que se acostumbran los actos inaugurales rimbombantes.

"Después de una serie de situaciones técnicas y sociales, el Gobierno de la República invirtió, en esta obra fundamental para conectar el centro con el sur del estado, 158 millones de pesos, por lo que en coordinación con la Policía Federal dimos paso este jueves a todo tipo de transporte sobre el paso vehicular superior de Tamaca", decía el segundo párrafo del boletín que la dependencia circuló.

Con casi un año de retraso la obra quedó concluida y entró en servicio luego de que en febrero de 2014 lo que se llevaba construido del puente (paso vehicular) se derrumbó "por una falla geológica, que generó movimientos telúricos", según argumentó entonces el funcionario federal al tratar de justificar el desplome de la obra el miércoles 19 de febrero del año pasado y que dijo que entregaría concluida en 45 días más.

Entonces nadie le creyó, ni el secretario de Infraestructura y Obras Públicas del Gobierno del estado Gerardo Buganza Salmerón, ni el senador del PRI Héctor Yunes Landa, ni el geólogo y hombre de ciencias Sergio Rodríguez Elizarrarás de la UNAM y de la UV, ni los diputados locales Francisco Garrido Sánchez, del AVE, y Víctor Román Jiménez Rodríguez, del PAN, ni el expresidente de delegación en Veracruz de la Asociación de Constructores del Estado de Veracruz (ACEVAC), Jorge Álvarez, y ni el entonces coordinador de asesores del Grupo Legislativo del PAN, Eduardo de la Torre Jaramillo, quienes cuestionaron el pretexto.

Éstos tuvieron razón de dudar. Ahora, con el escándalo que desató la Auditoría Superior de la Federación con las observaciones que hizo a la cuenta pública 2013 dejó en claro que la obra estuvo llena de anomalías y para corroborarlo citó el dictamen que dio el propio personal de la SCT el 19 de marzo de 2014 en el sentido de que "la estabilidad del muro en la zona fallada se vio afectada por motivo de un deficiente sistema constructivo del muro" y etcétera.

La obra ya está en funcionamiento, pero ante tanto escándalo que ha habido, la novedad de su entrada en servicio prácticamente se perdió, o Knight quiso que se perdiera, o para no invitar a la administración estatal a compartir el logro, o para que no le recordaran todas las anomalías que rodearon la construcción de la obra y la justificación que quiso hacer con aquella "falla geológica" que nunca existió.

[Los contenidos, estructura y redacción de las columnas se publican tal cual nos las hacen llegar sus autores.]

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