18 de Abril de 2024
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Borrón y cuenta nueva
Jorge Francisco Cabral Bravo
2015-02-26 - 00:22
* Con solidaridad y respeto a Juan Octavio Pavón González

La corrupción es un vicio capital de nuestra época que muestra su desagradable rostro en todas partes. Se halla en la raíz misma de casi todos los problemas importantes, y actúa de manera especialmente devastadora en las regiones más pobres del mundo, donde mantiene atrapados a millones de seres humanos en la miseria, la pobreza, la enfermedad, la explotación y brutales conflictos. (Peter Eigen) Ahora que ya sabemos que los políticos jurásicos cortan camisas de todos los colores. Ningún partido se salva. Y robaron con tanta impunidad a través de las décadas y sin temor de ser perseguidos por los medios y menos por la justicia, que dejaron que les creciera la cola. Y ahora no hay forma ni de cortarla ni de esconderla ¿Qué estaban pensando aquellos políticos y funcionarios jurásicos cuando compraron, adquirieron o recibieron mansiones, terrenos, apartamentos, con dinero mal habido o influencias? Desde la edad media, si hay una transacción que el hombre documenta es la compra, venta y traspaso de propiedades. Y aunque hoy día los reyes, virreyes, presidentes, gobernadores, legisladores y alcaldes tratan de borrar los rastros de sus castillos, casas y apartamentos mal habidos poniendo las propiedades a nombre de sus familiares o haciendo uso de fideicomisos, esto no es suficiente para desaparecer la laaaaaarga cola de dinosaurio. Por más ropa de marca, es casi imposible esconder la cola del jurásico. Lo que faltaba era que alguien supiera cómo encontrar y documentar la cola y que estuviera dispuesto a balconearla con credibilidad.
Ahora hablemos de los paleontólogos que buscan huesos y huesitos de los dinosaurios. El esfuerzo de los reporteros del periódico “The New York Times” es un ejemplo de que balconear la cola de los dinosaurios, en este caso fue romper el velo y transparentar los nombres de los dueños de los apartamentos que esconden los fideicomisos. Pero requirió de tiempo y dinero por parte del periódico para poder investigar a decenas de políticos, artistas, deportistas, funcionarios y ministros de la fe. Su objetivo no fue subrayar que tenían cola y que la compra de bienes y raíces en Nueva York era ilegal, si no cuestionar porqué no hacer pública su compra (¿Porqué esconder la cola?) Tiene que ser un consuelo, aunque pequeño, para José Murat Casab, ex-gobernador de Oaxaca y actual miembro del PRI, que es parte de un exclusivo club de individuos que tendrán que dar explicaciones en sus respectivos países, de dónde surgió el dinero. Será responsabilidad del Ejecutivo Federal y de su partido, explicar porqué sigue jugando en la jungla política este dinosaurio. En este momento, por las fuertes ligas que tiene el jurásico Murat con el resto de la manada, es casi imposible imaginar que será a fondo investigado y menos que enfrentar a un juicio. Probablemente cubrirá su cola jurásica con el manto de la impunidad.
Los contenidos, estructura y redacción de las columnas se publican tal cual nos las hacen llegar sus autores.

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