25 de Abril de 2024
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Gobernabilidad y Democracia
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2015-01-28 - 09:31
Con solidaridad y afecto para Gerardo Buganza Salmerón y Marlon Ramírez Marín.
“Cínico un hombre que sabe el precio de todo y el valor de nada” – Oscar Wilde.

En México y en todas partes, el ejercicio de gobierno es una cosa enormemente complicada que suele incluir muchas actividades poco agradables a la vista y el estómago. Por sólo citar algunas: pactos non sanctos con opositores: intercambios de favores de dudosa legalidad o, de plano, ilegales con aliados; estrategias para dividir a enemigos que van desde la cooptación hasta el asesinato. Al respecto, resulta muy elocuente la frase atribuida a Bismarck que reza más o menos así: “si te gustan las salchichas y las leyes, es mejor no saber mucho de cómo se hacen”.

En efecto, si uno quiere orden y gobierno y no tiene estómago resistente, es mejor abstenerse de preguntar cómo, en concreto, se fabrican esos bienes públicos. Ocurre así en México e, insisto, en todas partes. El tema, sin embargo, es que en esto de los costos de producir gobierno hay grados de impresentabilidad.
También hay niveles distintos de tensión entre la producción de gobierno y la capacidad para lograr el tipo específico de gobernabilidad generada produzca beneficios colectivos amplios y sostenibles en el tiempo.

Con respecto a este tema, México vive desde hace ya varios años, pero con particular virulencia hoy, una situación gravísima.
Todos los días y por todas partes vemos la tensión como liga a punto de romperse entre gobernabilidad (orden mínimo y capacidad de mando del gobierno) y buen gobierno (capacidad para instrumentar políticas públicas que promuevan, entre otros, crecimiento económico, más dinámico e incluyente acceso a una justicia pareja, y menor desigualdad).

La política educativa ofrece un caso especialmente visible y costoso de la tensión mencionada. No es nuevo ni singular a México el que la conducción de la política educativa involucre temas de gobernabilidad que nada tienen que ver con lo educativo, aunque terminen afectándolo.

Entre otras razones, porque los maestros suelen ser muy numerosos y estar bien organizados en muchos países del mundo. Ello los ha hecho muy particularmente, a sus cúpulas sindicales, un actor político clave para ganar elecciones y/o mantener la “paz social” y la gobernabilidad general, entre otros.
La tensión entre gobernabilidad y buen gobierno en materia de política educativa en México ha llegado ya, sin embargo, a extremos extraordinariamente preocupantes. La situación para el gobierno federal, en particular, después de Ayotzinapa. Aún así, resulta difícil entender la lógica de muchas decisiones recientes en especial las de ceder ante todas las demandas de la CNTE en lugares como Oaxaca y Guerrero, mismas que no sólo vulneran gravemente los derechos de muchísimos alumnos, padres de familia y maestros con ganas de enseñar, sino que, en los hechos, boicotean el principal objetivo de la reforma educativa del propio gobierno; recuperar la conducción de la política y el sistema educativo.

El espectáculo de un gobierno cediéndolo todo frente a un actor cuya línea estratégica es no conformarse nunca con ninguna concesión, por grande que esta sea, pudiera tener como objetivo desprestigiar a los liderazgos de la CNTE. Ello a fin de justificar más adelante, decisiones de mano dura. En el camino, sin embargo, se ha venido desprestigiando el gobierno mismo y se han mandado señales a otros opositores y grupos que van “por la libre” que no auguran nada bueno.

¿Ha dado ya por perdido el gobierno sus objetivos de recuperar el control político de la educación?
¿Cuántas generaciones más de niños y jóvenes vamos a sacrificar para conseguir gobernabilidad con modos de producción tan impresentables? ¿Qué sigue? ¿Cuál es el plan?
Hay momentos que definen el rumbo histórico de una nación.
México enfrenta peligrosas amenazas que también nos definirán como nación. La primera y más peligrosa proviene del cáncer de la corrupción que corroe a nuestra estructura social y roba el futuro de nuestros jóvenes.

Todo lo que veo y pienso me lleva al mismo lugar: nuestra sociabilidad fracturada. Violencia rampante aquí y en tantos otros lugares. Civilidad rota; dificultad, cada vez mayor, para vernos y para ponernos en los zapatos de los otros.

Somos, en alguna medida importantísima, lo que pensamos y la forma en la que nos nombramos. Y hace rato que nuestro modo de pensarnos y nombrarnos ha dejado de incluir como dato central nuestra condición de entes sociales.

Los seres humanos no somos seres sociales por añadidura. No somos sociales porque hayamos elegido serlo. Somos sociales irremediablemente, porque de esos estamos hechos.

Habitamos un mundo construido socialmente en cuya recreación participamos cotidianamente y fuera del cual nuestra identidad individual no tiene sentido.

De tanto decirnos que somos, antes y por encima de cualquier otra cosa, individuos egoístas, terminamos volviéndonos más egoístas.

De tanto repetir que primero voy yo y que, además de ser natural ello está muy bien, acabamos configurando un mundo de todos, en efecto contra todos. Esta dinámica nos ha salido muy cara, pues ha venido erosionando muy gravemente el piso común de sociabilidad básica que nos sostiene.

La violencia monstruosa y nuestra propia violencia enloquecida, el rencor de tantos jóvenes creciendo por todas partes de tanto no encontrar salidas ni sentido son, entre muchísimos otros, signos de estos tiempos de sociabilidad desgarrada.

Nos urge imaginar cómo volver a reconocernos como imprescindibles e igualmente dignos unos de otros. Imprescindible no olvidarlo. Nos va la vida y la humanidad en ello.

Una buena noticia, hablando de logros, el Instituto Nacional Electoral (INE) tiene proyectado instalar 10,519 casillas en Veracruz para la elección de diputados federales del domingo 7 de Junio de 2015.

De acuerdo con la Junta Local Ejecutiva del INE en la entidad, el Distrito 17 de Cosamaloapan prevé el establecimiento de 601 casillas, siendo este el que cuente con más casillas en el territorio veracruzano.

Le sigue el Distrito 08 de Xalapa Rural con 587 casillas proyectadas; el Distrito 11 Coatzacoalcos con 560; el Distrito 15 de Orizaba con 526; el Distrito 07 Martínez de la Torre con 523 y el Distrito 12 de Veracruz con 520 casillas. Distrito 09 de Coatepec con 490, el Distrito 04 de Veracruz con 483; el Distrito 18 de Zongolica con 472, el distrito 05 de Poza Rica con 466, el Distrito 20 de Acayucan con 464, el Distrito 03 de Tuxpan con 457, el Distrito 01 de Pánuco con 45 y el Distrito 06 de Papantla con 434 casillas.

Sin embargo, la proyección final de las casillas a instalarse en todo el estado de Veracruz tendrá como base el siguiente corte de patrón y lista nominal con fecha 6 de marzo de este año.

[Los contenidos, estructura y redacción de las columnas se publican tal cual nos las hacen llegar sus autores.]

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