08 de Mayo de 2024
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TIEMPO Y ESPACIO - Maricarmen Delfín Delgado
ESTÁ DE MODA
2024-04-15 - 15:14

 


 


María del Carmen Delfin Delgado 


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Suele suceder qué en el cotidiano algunas palabras se escuchan con más frecuencia, las oímos y quedan grabadas en la memoria para posteriormente ser repetidas una y otra vez, “se ponen de moda” por decirlo de alguna manera, se replican tanto que pierden cierto valor. Hoy en día escuchamos hablar de: gobernante, elecciones, debate, candidatos, por mencionar algunas.


La palabra "gobernante" proviene del latín gubern?tor, que significa "el que gobierna" o "piloto". A su vez, gubern?tor se deriva del verbo gubernare, que significa "gobernar", "dirigir" o "pilotar". En algunas lenguas romances, como el italiano y el francés, la palabra para "gobernante" es similar al español. Por ejemplo, en italiano es "governante" y en francés es "gouverneur


Se refiere a la persona que tiene la autoridad para dirigir y administrar un país, una región o una organización. Los gobernantes pueden ser elegidos por el pueblo, designados por un superior o asumir el poder por la fuerza. Como dato curioso tenemos que La palabra "cibernética" proviene de la misma raíz griega que "gobernante" (kybernaein). Esto se debe a que los griegos usaban la misma metáfora para referirse al gobierno de un estado y al control de un barco.


En la Antigüedad, la forma en que se elegían a los gobernantes variaba mucho de una civilización a otra. Sin embargo, podemos identificar algunos métodos comunes.


Hereditaria: En muchas sociedades, el liderazgo era hereditario, pasando de padres a hijos, esto era común en las monarquías, donde el rey o reina era sucedido por su hijo mayor o por otro pariente cercano. Por ejemplo, en el antiguo Egipto, donde los faraones eran considerados dioses vivientes y su poder pasaba a sus herederos.


Elección por un consejo:  El gobernante era elegido por un consejo de ancianos o nobles, este consejo podía basarse en la nobleza, la riqueza, la experiencia militar o las cualidades religiosas o espirituales del candidato. En Grecia, donde algunas ciudades, como Atenas, tenían un sistema de democracia directa, en el que todos los ciudadanos varones podían votar por sus representantes en la asamblea.


Elección popular: En algunas culturas, el gobernante era elegido directamente por el pueblo, esto podía hacerse mediante un sistema de voto o aclamación. En Roma, los cónsules, los dos principales magistrados de la república, eran elegidos anualmente por las asambleas populares.


Fuerza militar: El poder se tomaba por la fuerza militar, un líder militar poderoso podía derrocar al gobernante existente y establecerse como el nuevo líder. Esto era común en las sociedades donde la guerra era una forma de vida común.


Legitimación religiosa:  La autoridad del gobernante era legitimada por la religión. Se creía que los gobernantes eran elegidos por los dioses o que tenían un mandato divino para gobernar, lo que ayudaba a fortalecer su autoridad y a mantener el orden social.


Es importante tener en cuenta que estas son solo algunas generalizaciones y que la forma específica en que se elegían a los gobernantes en la Antigüedad variaba mucho de una cultura a otra. A medida que las sociedades evolucionaron, también lo hicieron sus sistemas de gobierno.


Las raíces del debate como medio de confrontación se remontan a las antiguas Grecia y Roma, donde se utilizaba como herramienta para la discusión política, filosófica y jurídica. En la democracia ateniense, los debates públicos eran esenciales para la toma de decisiones y la participación ciudadana. Los sofistas, un grupo de filósofos griegos, eran conocidos por su habilidad en el debate y su capacidad para defender diferentes puntos de vista.


A lo largo de la historia, el debate ha evolucionado y adaptado a diferentes contextos y culturas. En la Edad Media, los debates académicos se centraban principalmente en temas teológicos y filosóficos; durante la Ilustración, el debate se convirtió en una herramienta clave para el intercambio de ideas y el avance del conocimiento científico. En la época moderna, el debate ha sido utilizado en el ámbito político para defender diferentes ideologías y propuestas.


La idea del debate como confrontación surge cuando se enfatiza el disentimiento y la competencia entre diferentes puntos de vista, en este contexto, el objetivo del debate no es necesariamente llegar a un consenso, sino más bien defender una postura y refutar las ideas de los demás. Este tipo de debate se caracteriza por la argumentación y la retórica, y puede ser un ejercicio intelectual estimulante y desafiante.


Ejemplos de debate como confrontación son: los debates políticos, entre candidatos electorales o representantes de diferentes partidos políticos. Los debates académicos entre expertos en diferentes campos del conocimiento; los debates sociales sobre temas como la ética, la religión o la justicia social.


El debate como confrontación puede ser una herramienta valiosa para promover el pensamiento crítico y la argumentación racional, exponer diferentes perspectivas sobre un tema, identificar debilidades en los propios argumentos, aprender de las ideas de los demás, llegar a un mayor entendimiento de un tema complejo.


Sin embargo, es importante que el debate se realice de manera respetuosa y constructiva, los participantes deben estar dispuestos a escuchar atentamente las opiniones de los demás y evitar ataques personales. El objetivo del debate no debe ser ganar una discusión, sino aprender y comprender diferentes puntos de vista.


Actualmente, se enfatiza la confrontación y se anula el respeto, es lo que está de moda.


 


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