16 de Abril de 2024
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SOCARRÓN
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2014-09-18 - 10:19
Entrevistado ayer al término de la guardia de honor que montó ante el monumento a Miguel Hidalgo y Costilla, el secretario de Turismo, Harry Grappa Guzmán, dijo en tono socarrón que Veracruz está listo para realizar los Juegos Centroamericanos y del Caribe, “aunque a mucha gente no le guste”.
Pero contrario a lo que opina el irónico funcionario duartista, muchos veracruzanos sí desean de verdad que esta competencia deportiva resulte exitosa para proyectar a nivel internacional una imagen muy diferente de nuestro estado a la que distorsionaron hace tres años diversos hechos de violencia e inseguridad.
Sin embargo, lamentablemente para Veracruz y su gobierno, estos juegos regionales –que no resultan muy atractivos para los mejores atletas, ya que algunos han preferido cuidarse para competir en las próximas Olimpiadas de Río de Janeiro, en Brasil, como ha sido el caso de las clavadistas Laura Sánchez y Paola Espinosa, ambas medallistas olímpicas; del saltador de longitud Luis Rivera, ganador de bronce en el Mundial en Moscú 2013 y campeón de la Universiada Mundial de Kazán 2014, y los boxeadores Elías Emigdio y Juan Pablo Romero, quienes mejor optaron por participar en un torneo clasificatorio a Olímpicos– siguen dando de qué hablar, pero por su desorganización y las presuntas corruptelas que se dieron en la construcción de la infraestructura deportiva.
Ayer, por ejemplo, en el noticiario radiofónico de MVS, que conduce la periodista Carmen Aristegui, fue dada a conocer una investigación periodística acerca de una red de constructoras que extrae recursos públicos mediante licitaciones simuladas y cuyos miembros enfrentan órdenes de aprehensión por desvío, la cual construyó parte de las instalaciones de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014, pero no las concluyó.
El caso no es menor, pues tan sólo una de estas constructoras obtuvo 920 millones de pesos, que representan casi la tercera parte del presupuesto final que el gobierno del estado fijó en 2 mil 900 millones de pesos. Expectras Infraestructura, es el nombre de la compañía que comparte representantes legales y números telefónicos con firmas como Goli, Moraza y Crey, acusadas por incumplimiento de contratos y que siguen impunes después de cinco años de operar con prácticas ilegales, según la investigación conjunta realizada entre Noticias MVS y la plataforma de periodismo latinoamericano Connectas.
En las licitaciones que ganó para los Juegos Centroamericanos, esta red de contratistas dejó inconclusas la mayoría de las obras que se le encargaron y, para culminarlas, el gobierno de Veracruz tuvo que contratar a otra constructora que trabaja a marchas forzadas para cumplir con la fecha de inauguración el 14 de noviembre próximo. Lo escandaloso de este asunto es que desde 2009 ese grupo de más de 10 empresas había obtenido ilegalmente obras por alrededor de mil 800 millones de pesos en Chiapas, Oaxaca y Veracruz, en algunos de cuyos concursos simularon competir entre ellas, según consignó Noticias MVS.
El nexo más contundente entre estas constructoras con Expectras, aparecida con motivo de los Juegos Centroamericanos, está en el uso de los mismos representantes. Jorge Miguel Sánchez, Griselda Belén Picos Alvarado y Yesenia Campos Viveros son los firmantes en licitaciones a nombre de Expectras. Pero esos mismos personajes representaron, meses atrás, a firmas como Crey, Goli y Moraza en concursos para otro tipo de construcciones en Veracruz. Por ejemplo, en la restauración de un puente en el municipio de Las Choapas, en noviembre de 2011, el gobierno veracruzano invitó a tres empresas a presentar propuestas: Alta Kons, Crey y Expectras, representadas por Leónidas Quintero, Jorge Miguel Sánchez y Cuauhtémoc López Montes de Oca, respectivamente.
Sin embargo, los representantes de las tres, en realidad trabajaban para la misma organización, de acuerdo con otras licitaciones del gobierno veracruzano y el propio Jorge Miguel Sánchez, quien en una entrevista telefónica negó conocer los nombres de las compañías, pero aceptó que Leónidas Quintero y Cuauhtémoc López Montes de Oca eran parte de Expectras, con domicilio en Moliere, colonia Chapultepec Polanco, en el DF.
En el caso de los Juegos Centroamericanos, Expectras fue la única empresa que presentó una propuesta para la remodelación del estadio Luis “Pirata” de la Fuente, por 126 millones de pesos. Su representante fue el propio arquitecto Jorge Miguel Sánchez. Este mismo personaje apareció en la licitación de la Ciudad Deportiva Leyes de Reforma, por otros 794 millones de pesos. En total Expectras pudo manejar recursos públicos por 920 millones de pesos en esos dos concursos. Con este dinero debió construir y remodelar nueve obras para los Juegos Centroamericanos, las cuales debió terminar el 1 de julio de 2014. Sin embargo, apenas cinco meses después de que ganó esa primera licitación, en septiembre de 2013, el gobierno de Veracruz decidió emitir otra convocatoria de licitación, en la cual se volvieron a incluir conceptos que ya se le habían encargado a Expectras. Esta segunda licitación la ganó Grupo Corporativo Urbi, que empezó a trabajar en noviembre de 2013 y se comprometió a entregar las obras a más tardar el 6 de septiembre de 2014, o sea, hace casi dos semanas. Pero ya incumplió. ¡Qué “fama” para Veracruz!

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