CANCELAR CONCESIONES… El titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita declaró recientemente que buscaban endurecer las sanciones al transporte público, sobre todo para aquellos choferes que incurran en ilícitos tanto del fuero federal como del fuero común. Es más, el peso de la ley no sólo se aplicaría a los conductores, sino que se cancelarían las concesiones a los dueños. Sería plausible, en verdad, que se aplicara todo el rigor de la ley a quienes la infringen, tal cual como lo propone el secretario Bermúdez, sobre todo a los cafres que al manejar con temeridad atropellan y matan a los peatones, como ocurrió ayer en esta ciudad, en la esquina de las calles Magnolia y Jorge Serrano, donde el operador de un camión urbano se subió a la banqueta y atropelló a un adolescente, que a la postre murió en el Centro de Especialidades Médicas. Como suele suceder en estos casos, el responsable se dio a la fuga, por lo que la concesión debiera cancelársele al transportista, pues el camión de la línea Azules del Centro no portaba placas ni el llamado cartón respecto al día que no debe circular. Hay que reconocer que en esto del transporte urbano hay un verdadero desorden que urge ya poner en orden.

HORNO CALIENTE…

SE ACABÓ LA TRANQUILIDAD… Cada día que pasa se pierden las esperanzas de vivir tranquilamente, como antes, en esta Xalapa de gratos recuerdos, otrora culta, pintoresca y de románticos anocheceres. Aquellos momentos de gran remanso perduran sólo en el recuerdo, porque en los hechos esta ciudad perdió hasta su clima neblinoso y su tupida lluvia, a la que se le solía llamar chipichipi. La Xalapa de hoy se ha convertido en una verdadera olla de presión a punto de explotar, donde a cada hora se encuentra uno con nudos vehiculares por todas partes, aunado a que casi a diario el centro histórico está tapado por manifestantes, y si a ello se suman las calles cerradas por reparación, baches, zanjas, hoyos y una que otra verbena popular, de plano se paraliza y se pierde todo el día. Y para qué hablar de los cafres taxistas –por fortuna no son todos—, que manejan de manera “animalesca”, sin que haya autoridad alguna que los someta. Ni modo, de aquella apacible y culta “Atenas Veracruzana”, no queda nada, se la acabaron, prácticamente la aniquilaron.

ACCIONES HAMPONESCAS

LAS GRÚAS… Y de veras que ya no hay tranquilidad por ninguna parte de la ciudad; por ejemplo, si lleva usted su auto a un estacionamiento, le cobran las perlas de la virgen y si lo deja unos minutos aparcado a orilla de la calle, en menos de lo que canta un gallo llegan los operadores de grúas y, con una gran habilidad, lo suben a la unidad, se lo llevan al corralón y lo harán ver su suerte. Estas acciones hamponescas se observan diariamente y a todas horas. Es la Xalapa de los atracos a plena luz del día y ante la vista de todos. ¡Qué cinismo! Por todo lo anterior, ¿alguien podría decir lo contrario y afirmar que en esta Xalapa se vive en paz y en total tranquilidad?

UNA UNIVERSIDAD MENOS
BUROCRÁTICA Y MÁS AUTÓNOMA

LA RECTORA DESCUBRIÓ EL HILO NEGRO… Sara Ladrón de Guevara, responsable de la Máxima Casa de Estudios del estado, la Universidad Veracruzana, pareciera que durante su primer informe de labores descubrió el hilo negro, al declarar que se necesita una institución menos burocrática, más autónoma y transparente en el manejo de los recursos. En esta última parte vaya que hace falta que se rinda cuentas, pues aun cuando no es un ente gubernamental, son miles y miles de estudiantes que pagan para concursar por un espacio, y estamos hablando de un universo de más de 30 mil, de los cuales más de la mitad queda fuera, pero todos pagan su arancel y nadie les devuelve un céntimo si no quedan. Tan sólo por el pago de ingreso la UV debe captar una buena suma, más el presupuesto asignado, tanto estatal como federal, entonces por qué la queja de los estudiantes de que no hay las condiciones para su superación.

LOS DINEROS DE LA UV

AQUÍ UNAS CUENTAS… Sara Ladrón de Guevara aseguró que como resultado de las gestiones realizadas, el monto asignado a la Universidad en el Convenio de Apoyo Financiero del ejercicio 2014 tuvo un incremento del 11 por ciento en relación con el ejercicio 2013. “Pasó, así, de 3 mil 905 a 4 mil 336 millones de pesos, cantidad que sumada a los ingresos propios y a otros ingresos extraordinarios, ha integrado un presupuesto modificado al mes de junio de 2014 de 5 mil 934 millones de pesos”, dijo. Afirmó que se han ahorrado 50.9 millones de pesos resultado de los acuerdos establecidos entre la Universidad, la Asociación Halcones UV y el gobierno del estado. Nada mal el techo financiero con que cuenta la UV. Ojalá la matrícula se amplíe y se dé cabida a la otra mitad de estudiantes que cada año ven truncado su sueño de cursar una carrera de nivel superior.

ORDENAN LIBERAR A JOSMAR

EL QUE SECUESTRÓ AVIÓN DE AEROMÉXICO… El pastor Josmar Flores Pereira, declarado enfermo mental y responsable de "secuestrar" un avión de Aeroméxico el 9 de septiembre de 2009, abandonará en las próximas horas el Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial (Ceferepsi) de Ayala, en Morelos.
A cinco años de su captura, el líder de la “Iglesia de Dios Restauración en Cristo" finalmente dejará de estar tras las rejas; sin embargo, se espera que hoy las autoridades penitenciarias definan si ya concluyó su tratamiento médico o si debe continuarlo en su casa o en un hospital psiquiátrico.
El Cuarto Tribunal Colegiado Penal del DF concedió, el fin de semana pasado, un amparo a Josmar, en el que determinó que su sentencia de cuatro años de tratamiento psiquiátrico debía contabilizarse desde el día de su captura en 2009 y no desde 2012, cuando fue sentenciado como inimputable.
En cumplimiento a lo anterior, el Segundo Tribunal Unitario Penal del DF, a cargo del magistrado Ricardo Paredes Calderón, resolvió que ya había compurgado la pena desde septiembre del año pasado y, por tanto, había "fenecido el término de la medida de seguridad impuesta".
El 9 de septiembre de 2009 Josmar advirtió a la tripulación de un vuelo de Aeroméxico que viajaba de Cancún al DF, que llevaba una bomba y que explotaría si no convocaban a la prensa para anunciar un terremoto que devastaría a la ciudad de México.