"Los hombres no son nada, los principios lo son todo". Benito Juárez

Dicen que la justicia es ciega, que se debe aplicar sin distingos, en igualdad para todos, pero lamentablemente eso sólo es un ideal, la realidad es que en México las leyes y sus normas se hicieron para torcerse.
El caso de la comunicadora María Josefina Gamboa Torales es el ejemplo perfecto de que las presiones pueden más que la aplicación irrestricta de la ley.
El estado deberá garantizar el desarrollo justo, imparcial, del debido proceso que enfrenta, sin menoscabar libertades y derechos contenidos en la Constitución.
Pero cuando imaginamos que en los Centros de Readaptación y Reinserción Social del estado existen hombres y mujeres procesados por muy diversos delitos, preguntamos si a todos ellos se les brindan los privilegios que ahora se pretende dar a la Gamboa Torales.
Y esto para evitar críticas nacionales e internacionales si se acallaba una voz crítica; pero la ley habla de igualdad, de justicia y aquí donde se está aplicando, tanto derecho tiene esta señora, como muchos otros procesados.
El burlesque en el que se ha convertido este caso, mal operado por la Procuraduría de Justicia estatal, que encabeza Luis Ángel Bravo Contreras, ha vuelto a generar polémica.
Apenas este miércoles el abogado Jorge Reyes Peralta, representante legal de la familia del joven José Luis Burela López, fallecido tras ser atropellado por la directora del Instituto Municipal de la Mujer en Boca del Río, denunció que sus representados están siendo víctimas de acoso y lamentó que el caso se haya convertido en “un circo” y que la mujer, actualmente detenida, se haya convertido en un instrumento para la familia Yunes.
En este escandalito –en el que no olvidemos no es un asunto político, sino de total aplicación de la justicia–, sólo como referencia, en una primera instancia la defensa que encabeza Miguel Ángel Yunes descalificó a la Procuraduría porque decía que le hicieron un montaje, luego solicitó que el juez resolviera conforme a derecho.
El juez, apegado a ello, dictó auto de formal prisión por homicidio culposo agravado, e inmediatamente volvieron a señalar que hubo mano negra, y este martes dijeron que confiaban plenamente en el Poder Judicial de la federación y ese Poder Judicial les negó la fianza.
Reyes Peralta ha señalado que han llegado hasta con un millón de pesos en efectivo para comprar su perdón, ¿eso vale la vida de un ser humano para ellos?, afortunadamente la madre de José Luis Burela sólo desea justicia.
¿Quién fiscaliza esas propuestas económicas? ¿De dónde salen esos recursos? Son las preguntas.
Ojalá pronto llegue la justicia y la paz para esta familia, que lo único que ya no tendrá es a su hijo con ella.

Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo