La comunidad de La Patrona pertenece al municipio y parroquia de Amatlán de los Reyes, muy cerca de Córdoba, en el corazón mismo de la zona cañera de nuestro bello y fértil estado de Veracruz.
La exuberancia de esta zona nos conecta con sus campos y con el trópico que comienza a encenderse paulatinamente, después de pasar el puente de Metlac a la altura de Fortín de las Flores, en la autopista México-Veracruz.
Pero la exuberancia de esta zona cañera también pasa por su gente alegre, hospitalaria y profundamente religiosa. De hecho La Patrona es otra forma de invocar a la Virgen de Guadalupe, que provoca la fiesta más importante de este pueblo que conserva una relación muy cariñosa con la virgen morena. La Patrona es la Virgen de Guadalupe, como en Jalisco La Generala es la Virgen de Zapopan.
La Patrona se siente orgullosa de esta relación que al mismo tiempo le da identidad a su gente. La fe en este pueblo se vive con entusiasmo y con una gran sensibilidad. Los fieles conocen y aprecian su fe, y los símbolos religiosos imponen un respeto y una admiración muy particular en el ambiente del pueblo.
Me tocó la bendición de vivir y celebrar la Semana Santa durante seis años consecutivos en esta comunidad de La Patrona. El profundo deseo de Dios y las necesidades espirituales de la comunidad me llevaban a dedicar, en los primeros días de Semana Santa, más de ocho horas diarias de confesiones con filas interminables de fieles que de esta forma querían vivir en plenitud los misterios de la fe y quedar motivados, al pasar los días de la Semana Mayor, para retomar los pendientes de su vida.
En La Patrona y en toda esta zona de Veracruz el campo y el cultivo de la caña no son solamente un medio importante de sustento para las familias, sino que también forman parte de la identidad de estos pueblos, donde la pobreza y las dificultades económicas no han sido un obstáculo para mostrar el alma bondadosa, religiosa y solidaria de su gente.
En una comunidad con estas características surgió un grupo de mujeres sensibles, comprometidas y solidarias, que han sido un remanso en la vida de tantos hermanos migrantes que desde hace muchos años cruzan en “La Bestia” las comunidades cañeras del estado de Veracruz.
Con el pasar de los años se ha venido dando a conocer su labor humanitaria y poco a poco su ejemplo ha alcanzado impacto y reconocimiento internacionales. Se han presentado en distintos foros nacionales e incluso internacionales. En la más reciente gira que realizaron por algunos países de Europa, también hicieron una escala en la prestigiosa Pontificia Universidad Gregoriana, en Roma, Italia.
Entre los doctores de la Gregoriana y los alumnos de todos los países del mundo, el 13 de mayo del presente “Las Patronas” presentaron su experiencia en un acto académico denominado “El empeño social como testimonio de fe”.
Norma Romero Vázquez, acompañada de monseñor Jorge Carlos Patrón Wong, secretario de Seminarios de la Congregación para el Clero, compartió su experiencia de 19 años de asistir a los migrantes.
Se habló de la migración que afecta seriamente a los mexicanos; se habló de Veracruz y sus innegables problemas; se habló de cómo se ha venido consolidando esta labor humanitaria, y se habló de la forma como va evolucionando nuestra conciencia cristiana para comprometernos con los más necesitados.
La labor humanitaria de “Las Patronas” nos hace recordar y valorar el testimonio de tantos hermanos en Chiapas, Tabasco, Oaxaca y Veracruz, que desde hace muchos años se han organizado para ofrecer agua, alimentos y ropa a los hermanos migrantes que van montados en el tren para cruzar el país con el objetivo de alcanzar el “sueño americano”.
El ejemplo de “Las Patronas” se repite en tantos otros lugares donde muchos hermanos con mayor o menor organización siguen asumiendo el reto de ser buenos samaritanos con los hermanos que más nos necesitan en una emergencia humanitaria como ésta.