Allá por los años 70 surgió una comedia musical que tuvo gran éxito en varios países, entre ellos México. Yo la recuerdo con cariño pues fue la primera obra de teatro que me llevaron a ver mis papás. Tenía apenas 5 años cuando vi a Héctor Bonilla hacer el papel de “Don Silvestre”, un párroco que tenía la gran ventaja de hablar directamente con Dios.
De los pocos detalles que recuerdo, además de la música, era que “Don Silvestre” estaba construyendo un arca para salvar a algunos elegidos de un segundo diluvio que le había anunciado su buen amigo “El Creador” y aquel párroco pasaba las de Caín porque la gente no le creía que aquello se iba a inundar por completo.
Quizás Noé con su arca fue el primer encargado de protección civil de la historia, no lo sé. Lo que sí sé de cierto es que conviene actuar de manera preventiva.
Veracruz ha enfrentado de manera profesional esta temporada de lluvias. Una de las primeras acciones de este gobierno fue hacer un Atlas de Riesgos certificado por el Cenapred (Centro Nacional de Prevención de Desastres). Ha sido un trabajo de filigrana pues se cubren los 212 municipios y se requiere de mucha dedicación, pues los Atlas de Riesgo son instrumentos dinámicos que requieren actualizaciones constantes. No cualquier documento puede ser considerado Atlas de Riesgo, hay una cantidad enorme de detalles y de requisitos para obtener la certificación, misma que se obtuvo logró 19 de septiembre de 2011 en el estado.
La Secretaría de Protección Civil inició desde el 29 de mayo el programa para la temporada de lluvias y ciclones. Desde junio se comenzaron a enviar víveres a 140 municipios susceptibles de afectación, se establecieron protocolos para refugios temporales, se organizaron las reservas estratégicas y se georreferenciaron los albergues más seguros.
Asimismo, gracias a una estrecha coordinación actúan de manera precisa el Plan DN III del Ejército, el Plan Marina y el Plan Tajín, este último de la policía estatal, sumándo así 40 dependencias que actúan bajo protocolos establecidos previamente.
La alerta gris creada en esta administración nos permite advertir a la población con tiempo suficiente y hemos logrado una cultura de la Protección Civil que nos enorgullece.
En aquella obra de teatro que comentaba al principio, Dios perdona a la humanidad del segundo diluvio e incluso se sentó a cenar con ellos.
Con estas lluvias torrenciales que han caído muchas personas pudieron haber estado en peligro, pero gracias a un trabajo preventivo invaluable hemos logrado disminuir los riesgos considerablemente.
Agradezco a todo el equipo y a todos los voluntarios que con su ayuda han hecho que Veracruz siga adelante.
Confirmo el dicho que por ahí se escucha: “Dios está en todas partes pero en Veracruz duerme”.