Lo que importa es evitar el jaque mate…en el séptimo año
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En los procesos electorales concurrentes de 2018, hay muchas cosas en juego: se eligen nueve gobernadores, 128 senadores, 500 diputados federales, diputados locales, alcaldes y lo más importante, al futuro titular de la Presidencia de la República.

En ese sentido, al presidente Peña le interesa como primera opción, que el PRI retenga la joya de la corona, todo lo demás que caiga es bienvenido, pero, como en el ajedrez, para quitar el jaque al rey, cualquier pieza, pero cualquiera, es sacrificable.

Lo anterior explica la diferencia en el diseño de las estrategias de acuerdo a la elección de que se trate. Por ejemplo, la alianza PRI-PVEM-PANAL que respalda a José Antonio Meade, no se replicó para todos los casos, en Veracruz Nueva Alianza se fue ‘por la libre’.

Desde luego que esto no es una casualidad, sino, la jerarquización de la planificación electoral o como dijera el clásico: todos son importantes…pero uno más que el resto.

Por lo tanto, si desde el punto de vista de los que mandan es necesario reciclar a un panista para que entre al cuarto de guerra de Meade se hará, pésele a quien le pese. Si es indispensable entregar una torre, un alfil o una ‘reinis’, serán entregados, sin la menor duda.

El mexiquense tiene algo muy claro: si ganan AMLO, Anaya o un independiente, les puede dar el síndrome de ‘la barredora en reversa’, mismo que tiene tintes de pandemia.


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