Las huestes del PRI estatal están en aprietos, la sorpresiva y trapera salida de sus filas de su Secretaria General, Regina Vázquez Saut, dejó al dirigente Renato Alarcón Guevara y a todo su equipo de consejeros perplejos y no saben qué hacer, la posición es obligatoriamente para una mujer, el tema es que ya existen muy pocas priístas con el tamaño para ocupar el cargo, además la situación exige a una mujer con probada experiencia política, ajena a grupos de interés, probada lealtad y con la capacidad para rescatar a un PRI que después de la última elección local del 2016 y luego la del 2017, quedó en estado crítico.

Por si fuera poco, la traición de la segunda a bordo del PRI y diputada local dejó ciscado a su dirigente y todos los priistas pero, la inminente llegada de un nuevo proceso electoral reclama prontitud en el nombramiento, aunque no hay mucha tela de donde cortar. El tricolor no cuenta con diputadas locales brillantes y de las ex legisladoras su ambición de poder las llevó a las contiendas por las alcaldías y evidenciarse como potenciales perdedoras.

Pero no todo está perdido, entre las personas que cumplen los requisitos para llenar el perfil, está sin duda, la ex diputada local y presidenta de la LXIII Legislatura, Octavia Ortega Arteaga quien ya ha demostrado lealtad institucional al PRI, en la última elección local quiso participar en la contienda para ser alcaldesa de Pánuco, por segunda sin embargo, la decisión del PRI fue no enviarla y se disciplinó. En su curriculum se anotan tareas partidistas desde las bases, como activista, dirigente municipal del tricolor en su municipios en dos ocasiones, Síndica única y luego presidenta municipal interina por un año.

Octavia Ortega quien es contadora pública de profesión con maestría y también es dirigente del sindicato de trabajadores del Instituto Tecnológico Superior de Pánuco, es de lo que poco que puede rescatar el PRI de sus filas, ya que además, ha ganado todas las elecciones que ha jugado y superó las tentaciones de otras ofertas políticas para abandonar al PRI.

Pero Octavia Ortega tiene interés en jugar otra constitucional y no quita del renglón de disputar al interior de su partido una postulación al Congreso de la Unión, pues como presidente del Congreso de Veracruz tuvo la oportunidad de un posicionamiento estatal.

Existen otras aspirantes que ocupan diputaciones federales pero que no se les ha visto defender al PRI y que han optado por el confort de la jugosa dieta de a Cámara de Diputados y que evitan incluso regresar a sus distritos o su estado, o bien las locales que no cuentan con el tamaño para ocupar un caro de esa envergadura ya que son las que han perdido elecciones pero que insisten en saber hacer trabajo político, pero el terco espejo de la realidad ofrece sus verdaderas capacidades.

Las otras mujeres priístas que tienen cierto nivel para ocupar un cargo de ese tamaño, son Elizabeth Morales y Anilú Ingram Vallines pero ellas están enfocadas a destruirse entre sí en el pleito por la designación del tricolor para la candidatura a la cámara alta.

Además de la elección, Renato Alarcón tiene la obligación de contener las intenciones de los senadores del PRI que en sus sueños acarician la gubernatura de Veracruz pero en su realidad no tienen la fuerza suficiente para ganar la elección, pero que ya presionan para ganar la posición de la Secretaría General del Comité Estatal con propuestas de risa.

VERACRUZ SIGUE EN BANCARROTA

Es un hecho que el estado de Veracruz se mantiene en total bancarrota a pesar de todo lo que la administración de Miguel Angel Yunes Linares pueda decir, pero no sólo en la economía sino también en la seguridad pública y lo que es peor en la nómina de los empleados de confianza que sirven al gobierno y que les depositan con atrasos de hasta una semana, en abonos y con riesgos de ser despedidos en cualquier momento.

Empleados de confianza de la ciudad de Xalapa confiesan el impacto de los retrasos en sus pagos de nómina y la crisis al interior de la administración, que incluyen falta de los elementos básicos para la operación del aparato de gobierno.

Pero sin duda, el problema más grave es con los proveedores que ya explotaron y que no están dispuestos a soportar las excusas del gobierno para evadir la responsabilidad de pagar las deudas de los sexenios anteriores. El argumento más fuerte es el de las empresas fantasmas y el desorden heredado, pero los empresarios que reclaman no forman parte de esas empresas y en realidad son afectados por la administración estatal, está en el padrón de proveedores, cumplieron con los requisitos y con las condiciones de la relación gobierno-proveedores.

El gobierno sostiene que, el Congreso del Estado de Veracruz aprobó, con fecha 30 de diciembre de 2016, el Decreto número 11, mediante el cual se deja sin efectos el procedimiento propuesto por Javier Duarte para seguir apropiándose de los recursos de los veracruzanos a través de la aplicación del Impuesto del 3% a la Nómina para el pago de adeudos en buena parte inexistentes, no justificados o no debidamente acreditados. El Gobernador del Estado de Veracruz promulgó el Decreto aprobado por el Congreso del Estado y ordenó su publicación en la Gaceta Oficial número extraordinario 522, de fecha viernes 30 de diciembre de 2016, sin embargo, los impuesto sí se aplican y entran a las arcas estatales, eso no se dice.


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