Epitafio al estilo del Tri: no merecían morir

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La derrota del equipo nacional mexicano ante la selección alemana en la Copa Confederaciones, nos puede servir como parámetro para buscar comprender porque no somos ganadores en el futbol.

Parte de lo dicho por el timonel del seleccionado, el colombiano Juan Carlos Osorio, resume con exactitud el karma que nos acompaña: “Merecíamos más, continuamos con la idea del juego, a pesar de ir en desventaja, tuvimos que haber hecho otro o dos goles más.”

Merecíamos más, tuvimos que haber, dice el entrenador, pero la pregunta del millón es ¿qué hacemos para que lo que merecemos y tenemos que hacer se materialice?

En realidad poco. Se hace el planteamiento idóneo al proponerse como objetivo ganar un torneo, pero no se establecen estrategias adecuadas para ello. Paradójicamente, las decisiones quedan en manos de mercachifles televisivos, no en manos de expertos.

La liga profesional de México es una de las que más recursos tiene, sin embargo, las cantidades millonarias que se manejan no sirven para mejorar la competitividad del balompié por un motivo sencillo: lo único que los impulsa es mejorar sus cuentas bancarias.

Para ello, el control del mencionado deporte queda bajo tutela de los promotores, el que más porcentaje ofrezca por las contrataciones, es en realidad el que se asume como el ‘director deportivo y entrenador’ de cualquier club. Por ello, mientras haya dividendos siempre habrá pretextos, salidas torpes.

Lo alemanes no pensaron si merecían ganar, simplemente ganaron.

¿Y si mandamos a súper Aurelio el reformador a dirigir el futbol?

No se espanten, nos referimos a que dirija el futbol de Alemania…no hay de otra.

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